Hace 18 años, Madonna logró su sexto número uno en el ranking de álbumes de Estados Unidos, gracias a Confessions on a Dance Floor.
El disco marcó un regreso al sonido electrónico y bailable de la Reina del Pop y es considerado su mejor trabajo en el siglo XXI.
Fue número uno en cuarenta países, y su primer single, Hung Up, incluyó un histórico sampleo a la canción Gimme! Gimme! Gimme! de ABBA.
La cantante hizo personalmente las gestiones con la banda sueca, conocida por su negativa a licenciar su música con estos fines.
Musicalmente, el álbum está estructurado como el repertorio de un DJ, ya que las canciones están "fusionadas" de manera que suenan continuamente sin ninguna pausa o espacio.
El título provino del hecho de que las primeras pistas del disco consisten en canciones alegres y divertidas, que progresan a melodías más oscuras con letras que describen sentimientos y compromisos personales.
Las melodías utilizan varios samples y referencias musicales de otros artistas dance como ABBA, Donna Summer, Pet Shop Boys, Bee Gees y Depeche Mode, al mismo tiempo que se incorporaron elementos de otros trabajos de Madonna.
Isaac
Uno de los temas, Isaac, generó polémica cuando algunos rabinos israelíes afirmaron que la canción hablaba sobre el estudioso de la cábala del siglo XVI, Yitzhak Luria.
Sin embargo, Madonna posteriormente explicó que la canción se nombró así en honor a Yitzhak Sinwani, quien aparece como vocalista invitado en la misma.
La promoción del disco continuó en 2006 con la gira Confessions Tour, la cual tuvo un éxito que la llevó a ser la gira más exitosa para una solista hasta esa época.
Feeling Nostalgic for music videos that were like short films, like making poetry, working with amazing directors like Mondino, taking Risks. A whole new Art Form.
🎥🖤🎶 #justifymylove pic.twitter.com/809f02Xjg8— Madonna (@Madonna) November 15, 2021