Esta semana uno de los miembros de Tierra Brava, el nuevo reality de Canal 13, se cansó de bromas en su contra. En específico, se trata de Hans Malpartida, conocido popularmente como Miguelito, que detuvo en seco a otros participantes del programa respecto a constantes bromas por su baja estatura.
Particularmente, Miguelito se dirigió a Fabio Agostini y a Junior Playboy por sus reiterados comentarios. "Yo no vengo a ser muñeco de nadie", señaló.
Los comentarios de la esposa de Miguelito
Ahora fue el turno de la esposa de Miguelito, Marlene Valencia, que habló reaccionó a los comentarios en el reality y explicó el día a día del ex Morandé con Compañía enfrentando este tipo de comentarios. En entrevista con LUN, Valencia contó que "hay un límite para todo. Él siempre ha tenido que vivir con esto".
"Le pasa mucho, sobre todo de gente que no conoce, gente con quien no tiene confianza", añadió. Marlene Valencia recordó una situación particular por la que tuvo que pasar Miguelito: "hace poco estábamos en el casino, Miguel estaba feliz porque le estaba yendo bien. De repente una señora le pega un palmetazo en la cabeza y le dice ‘Y tú cabro chico. ¿Qué andas haciendo acá? Te voy a acusar con tu mamá’”.
Valencia explicó que a Miguelito "“le enferma que lo tomen en brazos personas con las que no tiene confianza, y él les dice, sincero, que no le gusta. Con respecto a las bromas, él trata de responderlas, no se queda callado, pero ya cuando son muchas o se quieren hacer los graciosos a costa de él, se aburre... Ni yo lo tomo en brazos”.
"Todos creen que por ser pequeño tiene que aguantar todo. Él es un hombre adulto", sentenció.
En la misma línea, David López, amigo de Miguelito de 1.20 metros de estatura y que acompañó al ahora participante de Tierra Brava en un sketch de Morandé con Compañía, comentó los problemas presentes con las bromas pesadas. Al respecto, dijo que "está bien tirar la talla, pero con respeto. Son muy fomes las opiniones o las tallas reiterativas, porque a veces te dejan mal. A veces voy caminando por la calle y de la nada te gritan enano. Yo trato de no pescar, pero la gente tiene que saber que somos adultos. Creo que Miguelito tiene un límite como todos nomás".