Un día como hoy, en 1979, el bajista de The Clash, Paul Simonon, cansado de la actitud del público decidió destrozar su instrumento en una actuación del grupo en el Palladium de Nueva York.
La imagen quedó registrada en una foto que terminó formando parte de la icónica portada de su siguiente trabajo, London Calling, uno de los discos más importantes de la historia del rock.
La imagen que lo cambió todo
La portada de London Calling de The Clash se convirtió en una de las más icónicas de la historia de la música.
En blanco y negro, captura el momento exacto en que Simonon estrella su bajo contra el suelo en medio de la actuación.
A pesar de que la fotógrafa, Pennie Smith, inicialmente no estaba satisfecha con la imagen debido al desenfoque causado por su intento de evitar que Simonon la golpeara, se ha convertido en su obra más reconocida.
El contexto detrás de la destrucción
Paul Simonon explicó que rompió su bajo por frustración al enterarse de que los guardias de seguridad del concierto no permitían que los asistentes se levantaran de sus asientos.
Sin embargo, Simonon aclaró que no estaba desquitándose con su instrumento, ya que "no tiene nada de malo".
La visión de la fotógrafa
Pennie Smith, la autora de la icónica imagen, admitió que inicialmente no le gustaba la foto por estar ligeramente desenfocada, pero la banda quedó fascinada por la fuerza que transmitía y la eligió para la portada del álbum, recoge Los 40.
El diseño de la portada
El diseño de la portada estuvo a cargo del diseñador gráfico Rob Lowry, quien quiso homenajear el álbum debut de Elvis Presley al agregar letras rosas y texto verde.
Esta portada se inmortalizó posteriormente en un sello postal de Royal Mail en 2010.