En un concierto reciente en Georgia, la banda estadounidense de rock The Killers se encontró en medio de una controversia luego de invitar a un fanático ruso al escenario, lo que provocó abucheos y pifias del público.
Brandon Flowers, líder de la banda, preguntó a la audiencia si estaban de acuerdo en que un ruso subiera al escenario, generando tensiones dadas las complejas relaciones entre Georgia y Rusia.
El grupo rápidamente respondió en Facebook, declarando: "No teníamos intención de contrariar a nadie y nos disculpamos", y expresando su apoyo a los habitantes de Georgia, país que tuvo una breve guerra con Rusia en 2008.
Los organizadores del evento, Black Sea Arena, también emitieron disculpas: "Entendemos los sentimientos de los espectadores", señalaron. "El comportamiento del artista en el escenario no refleja la posición del Black Sea Arena".
El incidente también llevó a una reacción de la banda telonera, el grupo de rock georgiano LOUDspeakers. Este expresó su desilusión en redes sociales y tachó a Rusia de "enemigo y ocupante", recoge The Guardian.
El concierto de The Killers en Georgia subraya cómo los eventos artísticos pueden intersectar con temas geopolíticos y culturales.
La banda, que ha estado activa por más de dos décadas y se dio a conocer con Mr. Brightside en 2003, ahora se enfrenta a las ramificaciones de este gesto inesperado en un país con una historia política complicada.
Georgia, una ex república soviética, ha estado en conflicto debido a la presencia de exiliados rusos. Y a la pérdida de control de territorios separatistas prorrusos en los años 90.
El país busca ser miembro de la Unión Europea y la OTAN mientras lidia con sus relaciones vecinales. El episodio durante el concierto subraya la necesidad de sensibilidad en la intersección entre la música y la geopolítica.