En Mañana Será Otro Día, este lunes Andres Vial y Constanza Santa María conversaron con el exministro del Interior, Gonzalo Blumel. La entrevista se dio a raíz de su nuevo libro "La Vuelta Larga", que cuenta su paso por La Moneda durante el periodo del estallido social, el pasado 18 de octubre de 2019.
Al respecto, Blumel señaló que "me parece que si queremos hacer una reflexión en serio sobre nuestra democracia tenemos que reconocer que también el 18 de octubre se cometieron graves deslealtades democráticas y que eso no se puede volver a ocurrir".
Comparación con el Golpe de Estado
Blumel fue consultado por sus dichos, cuando comparó la tensión del estallido social a la crisis institucional de 1973 con el Golpe de Estado. Sobre esto, el exministro dijo que "hay que ser cuidadosos con estas comparaciones. Evidentemente la crisis del 73’ en cuanto a los hechos que los configuran es un contexto muy distinto".
"Hacer una comparación directa no tiene ningún sentido, pero hay un punto sobre la sensación de que la institucionalidad democrática está tan tensionada que podíamos pasar a un punto de no retorno que podría haber significado desde la salida del presidente o la caída del Gobierno y entrar a una espiral de la cual no sabemos cómo terminaría", dijo Gonzalo Blumel.
La izquierda en el estallido social
"En general sentí una falta de compromiso democrático de sectores de la oposición, en particular de la izquierda más dura", reveló Blumel sobre su paso por el Ministerio del Interior durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera.
Gonzalo Blumel comentó los meas culpas que algunas figuras políticas de la centroizquierda han hecho posterior al estallido. "Aunque tardío, lo valoro. Es tremendamente valioso. Me pregunto por qué les cuesta tanto reconocer que se equivocaron para el 18 de octubre y las semanas que siguieron", dijo.
"Hay ciertos mínimos democráticos que se tienen que respetar para que tengamos un nunca más. Por ejemplo, no justificar la violencia bajo ninguna circunstancia o que los países no se refundan desde cero", agregó el exministro del Interior.
"Los mandatos democráticos se respetan. Los presidentes de la República entran caminando el primer día de su mandato a La Moneda y salen por sus propios pies el último. Esto no se trataba de salvar a un presidente, se trataba de salvaguardar la institucionalidad democrática", dijo Blumel.
Sobre sectores de la izquierda, Blumel comentó que "a través de entusiasmarse con la violencia callejera, muchos sectores querían tomarse La Moneda y el Congreso. No hay que olvidarse que el día 19 de octubre el presidente del Partido Comunista le pidió la renuncia al presidente. Hubo todo tipo de artificios mañosos que se usaron para que el gobierno terminara colapsando".
Proceso constitucional y aprendizaje del estallido
Consultado por la posibilidad de que el nuevo proceso constitucional se rechace, el exministro Blumel advirtió que "eso sería una farra histórica e incomprensible. Es jugar con fuego arriesgarse a no hacer la pega y cerrar el debate Constitucional. Los sectores de derecha tienen muchísimas opciones de volver al gobierno en poco tiempo y volver sin cerrar las discusiones puede agrandar la crisis".
"Cada una de las grandes crisis de nuestra historia siempre terminaron mal, con un quiebre democrático. El 18 de octubre arriesgó algo así. Hemos ido encausando las discusiones paulatinamente", valoró Gonzalo Blumel.
El exministro y autor de "La Vuelta Larga" también comentó la responsabilidad de los medios y la opinión pública en el estallido social. "Creo que los medios, por las razones que sean, se contagiaron de este espíritu octubrista sin poner ningún matiz a la violencia que estábamos viendo. La sociedad en su conjunto se emborrachó con este embrujo octubrista, que es algo que pasa en la sociedad", dijo.
"Creo que, a partir del 18 de octubre, pese a todas las dificultades, hay una curva de aprendizaje. Hoy el octubrismo está de capa caída por el daño que causaron, no hay tantas posiciones que defienden la violencia y hay una revalorización de la búsqueda de acuerdos. Que se esté dando esta reflexión me parece que es valioso", reflexionó Blumel.
El exministro concluyó que "solucionar nuestros problemas democráticos con un lápiz y un papel siempre va a ser preferible que por la vía de la fuerza".