Sinead O'Connor, la leyenda irlandesa de la música, murió a los 56 años después de que la encontraron inconsciente en su casa de Londres hace quince días. La muerte de la artista generó miles de tributos en su nombre en su país natal y en todo el mundo.
El funeral de Sinead O'Connor
De esa forma, hoy en su funeral, hubo una gran convocatoria afuera de la ciudad costera de Bray, al sur de Dublín. Esta fue la última casa irlandesa de O'Connor, y sus fanáticos aparecieron para rendirle honores.
Pese a que siempre fue una rebelde, su funeral respeto la tradición irlandesa. Así, su ataúd pasó primeramente frente a la última casa de su familia en Irlanda, en Bray, condado de Wicklow.
Sin embargo, y de acuerdo a lo que relató The New York Times, los fanáticos que llegaron a despedirla eran más cercanos al espíritu libre y rebelde de la cantante. Es por eso que llegaron letreros de la comunidad LGBTQ+, de refugiados e incluso de Black Lives Matter.
La carroza fúnebre llena de flores y de color negro llegó a la casa cercana al mediodía. La multitud estalló en aplausos, y algunos levantaron los puños a modo de saludo según el mismo medio. Además, muchos de los asistentes estaban llorando. Después el automóvil se dirigió al funeral privado, seguido por vehículos que transportaban a familiares y amigos cercanos.
Cabe recordar que O'Connor se convirtió al Islam en 2018. Es por esto que recibió un entierro musulmán. Por otro lado, si bien la familia deseaba mantener el funeral en privado, invitaron al público a venir a Bray para una última despedida.
Entre los asistentes estaba el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins junto a su esposa, Sabrina. En una declaración el martes por la mañana, describió el "profundo impacto" que la Sra. O'Connor había tenido en el pueblo irlandés.
Hablando de su “inmenso heroísmo” y del dolor que le causó, agregó: “Por eso todos aquellos que buscan hacer un puño con su vida, combinando a su manera sus diferentes dimensiones, pueden sentirse tan libres de expresar su dolor por su pérdida”.