Roger Waters, exlíder de Pink Floyd, se enfrenta a una investigación por parte de la policía de Berlín, Alemania. Esto después de haber utilizado un traje alusivo a la SS nazi durante sus recientes conciertos en el estadio Mercedes-Benz Arena los días 17 y 18 de mayo.
El músico británico generó una fuerte reacción por parte de las autoridades alemanas al vestir un uniforme similar al utilizado por los generales nazis mientras interpretaba su canción In The Flash.
El vocero de la policía berlinesa, Martin Halweg, expresó: "Estamos investigando unas sospechas muestras de incitación al odio, porque la ropa lucida en escena es susceptible de exaltar o justificar al régimen nacionalsocialista y alterar el orden público", según informó AFP.
Durante su presentación, Roger Waters lució un abrigo de cuero negro con unos martillos cruzados en el cuello de la camisa, que se asemejaban a una esvástica, y se colocó brazaletes rojos en el brazo. Además, utilizó un arma simulada con la que efectuó disparos, recoge New York Post.
Halweg afirmó que una vez concluida la investigación, se transmitirá el caso al Ministerio Público para su evaluación legal final.
El espectáculo de Roger Waters también generó controversia por otros elementos. Un cerdo inflable decorado con grafitis y símbolos judíos fue parte del show. Al igual que una pantalla gigante que mostraba los nombres de las víctimas del Holocausto, destacando el de Ana Frank.
Embajador israelí en Chile mostró su indignación
La presentación del músico ha generado rechazo tanto en comunidades judías en Alemania como en autoridades israelíes.
El embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, calificó a Waters, de 79 años, como una persona con un estándar moral "dudoso", ya que recordó que apoya la invasión de Rusia a Ucrania y defiende al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
"En noviembre (Roger Waters) hará dos conciertos en Chile. Una excelente oportunidad para que antisemitas, neonazis, pro invasión de Ucrania, chavistas y totalitarios de todo tipo vayan a verlo y se sientan a gusto". Así lo expresó Artzyeli en su cuenta de Twitter, mostrando su indignación.
Esta polémica situación continúa generando repercusiones tanto en el ámbito legal como en el público, y seguirá siendo vigilada de cerca por diversos sectores.