La Armada de Chile junto al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), a través de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), mantienen una vigilancia activa para controlar el tráfico marítimo en nuestros espacios nacionales. Específicamente el tránsito de flotas chinas que en estos días se trasladan desde el Océano Atlántico hacia las zonas de pesca en la zona central del Océano Pacífico. Este año se esperan al rededor de 450 naves.
“Estamos fiscalizando la flota china que ya tradicionalmente se mueve por esta zona en este periodo del año. Se trata de cerca de 350 naves que se desplazan desde el Océano Pacífico hacia el Océano Atlántico y viceversa, en busca del recurso pota, que es un calamar más pequeño y se captura en altamar con el sistema jigging”, señaló Soledad Tapia, directora nacional de Sernapesca.
Por más de 20 años
La Armada de Chile, a través de su Servicio de Búsqueda y Salvamento, ha monitoreado por más de 20 años el tránsito de esta flota; y Sernapesca, desde octubre del año 2020, en plena pandemia, donde se detectó que la misma flota que operaba frente a las costas de Ecuador y Perú, se desplazaba a través de nuestra ZEE hacia el Océano Atlántico, para realizar operaciones de pesca frente a las costas de Argentina.
El interés de esta armada extranjera pasa por la pesca intensiva del calamar, en un negocio de depredación que mueve al menos 700 millones de dólares cada año.
Dicha flota es constantemente monitoreada vía satélite, por lo que se sabe la velocidad en la que navega, en dónde permanece y si pescan o no. Su destino son aguas internacionales fuera de las 200 millas marinas de la Zona Económica Exclusiva. Esto, con la finalidad de verificar que no se efectúen actividades extractivas en aguas nacionales por parte de naves extranjeras y, en caso de detectarlas, adoptar las medidas legales que correspondan.