La Biblia, el libro más vendido de la historia con un aproximado de más de 5 mil millones de copias distribuidas en todo el mundo, sigue siendo la protagonista de varios descubrimientos científicos pese a ser un elemento religioso.
Ahora, un equipo de científicos afirma haber descubierto un "capítulo oculto" de un texto bíblico que tiene unos 1750 años de antigüedad gracias a una técnica de fotografía ultravioleta.
Según este nuevo estudio publicado en la revista New Testament Studies, Grigory Kessel -profesor de la Academia de Ciencias de Austria y reconocido medievalista, descubrió la existencia de estas nuevas escrituras ocultas bajo capas de otro texto cuando se decidió a estudiarlas utilizando diversas técnicas de luz ultravioleta.
El hallazgo en concreto representa una traducción temprana de los Evangelios.
La Biblia sigue envuelta en un halo de misterio
Tal como explica el portal Popular Mechanics, el autor de este descubrimiento tuvo que aplicar una técnica poco ortodoxa con las “sagradas escrituras” para obtener el eje de su estudio.
"La tradición del cristianismo siríaco ha visto varias traducciones del Antiguo y Nuevo Testamento. Hasta hace poco, sólo se conocían dos manuscritos que contenían la traducción al siríaco antiguo de los evangelios", explicó Kessel.
Se piensa que el fragmento descubierto por Kessel es una traducción recién encontrada de uno de los capítulos preexistentes de los Evangelios. Específicamente, pertenece al capítulo 12 de Mateo. Y se incluyó originalmente en una de las versiones de la Biblia al siríaco antiguo hace 1500 años.
Se cree que esta traducción fue escrita originalmente en el siglo III y copiada cientos de años después, en el siglo VI.
Hace alrededor de 1300 años, algún escriba de la actual Palestina borró la traducción para poder reutilizar el pergamino, que era un bien escaso en esa época.
La importancia del descubrimiento
El capítulo oculto que Kessel descubrió brinda una interpretación distinta de los Evangelios del Nuevo Testamento de la Biblia. El original en griego del capítulo 12, versículo 1, dice lo siguiente: "en aquel tiempo, Jesús pasaba por los campos de trigo en sábado. Y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer".
En lo que respecta a la traducción siríaca que el autor encontró dice: “[…] comenzaron a recoger las espigas, a frotarlas en sus manos y comerlas”.
"Este descubrimiento demuestra cuán productiva e importante puede ser la interacción entre las tecnologías digitales modernas y la investigación cuando hablamos de manuscritos medievales", mencionó Claudia Rapp, directora del Instituto de Investigación Medieval de la Academia de Ciencias de Austria.