Un día como hoy, en 1982, Talking Heads lanzó The Name of This Band is Talking Heads.
El disco presenta una selección de grabaciones en vivo de sus primeros cuatro álbumes de estudio, que abarcan desde su debut en 1977 hasta Remain in Light de 1980.
El título de la placa se refiere al hecho de que el grupo a menudo se presentaba simplemente como "Talking Heads", sin mencionar que eran una banda completa.
La grabación captura la energía y la destreza musical de la banda en vivo, y es un testimonio de por qué Talking Heads se convirtió en una de las bandas más influyentes de la década de los ochenta.
https://youtu.be/FBUe_v6Mi70
The Name of This Band is Talking Heads
El álbum se divide en dos partes: la primera, que cuenta con la formación original de Talking Heads, incluye canciones de sus primeros álbumes, así como algunas rarezas. La segunda parte cuenta con la banda expandida, con miembros adicionales y una nueva dirección musical.
La primera parte del álbum es una mezcla ecléctica de canciones que van desde el funky New Feeling hasta el punk rock de Electricity.
Pero lo que hace que esta parte sea especial es cómo se escucha la banda en vivo. A pesar de que las canciones son muy parecidas a las versiones de estudio, el ambiente en vivo añade una dimensión extra a las canciones.
La segunda parte del álbum es donde la banda realmente brilla. La formación ampliada incluía miembros como Bernie Worrell en teclados y percusión adicional, lo que llevó a la banda en una nueva dirección musical. Las canciones eran más largas y complejas, con improvisaciones extensas y solos de guitarra impresionantes.
La canción Crosseyed and Painless, por ejemplo, es una experiencia auditiva única. Comienza con una introducción de teclado muy rítmica, antes de que la banda entre en una sección de bajo y batería muy pesada.
La canción luego se mueve hacia un ritmo más rápido, con el canto de Byrne por encima de todo. La canción tiene una gran cantidad de capas, y la forma en que la banda se une para crear una experiencia musical única es realmente impresionante.
Otras canciones destacadas de la segunda parte incluyen The Great Curve y Once in a Lifetime, dos canciones que se convirtieron en clásicos de Talking Heads.