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"No pude despedirme de él": El desolador testimonio de Ingrid Cruz tras recordar etapa de su infancia

La actriz nacional conversó con Martín Cárcamo, en el programa “De tú a tú”, donde realizó un emotivo testimonio de su infancia.

  • Por Equipo Concierto.cl
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Ingrid Cruz
Cedida canal 13

La actriz nacional, Ingrid Cruz conversó con Martín Cárcamo, en el programa “De tú a tú”, donde realizó un emotivo testimonio de su infancia.

La protagonista de teleseries como “Marparaíso”, “Brujas” y “Pituca sin lucas” mostró al animador sus múltiples figuras decorativas, incluyendo piedras que le dan energía. Y elementos figurativos de gatos y conejos, ya que en el horóscopo chino ella es un conejo de madera. También mostró su pieza, su taller y algunos de los libros que escribió su padre, quien era escritor, abogado, filósofo y periodista.

El desolador testimonio de Ingrid Cruz

Nacida en Antofagasta, la actriz contó que el suyo fue un parto complicado, que requirió que pasara 13 días en una incubadora. Su mamá era secretaria y su papá conservador de bienes raíces, y es la hija única de ambos padres, aunque cada uno tiene hijos previos y se separaron antes de que ella naciera. “Me trataron como quiste por cinco meses, mi mamá tenía 40 años y pensaba que tenía un quiste que estaba creciendo”, confesó.

Como siempre fue hija de padres separados, no se crió con ambos hasta su adolescencia. Además, sus papás eran de clases sociales diferentes y de nacionalidades diferentes, pues su papá era salvadoreño y acomodado. “Tenía mucha plata y una casa gigante, en ella tenía papagayos, pavos reales, árboles de plátanos. Era Centroamérica”, habló Ingrid Cruz en torno a su padre.

"No pude despedirme de él"

Según dijo, Ingrid no vio a su papá entre los 9 y los 15 años, cuando él tuvo un accidente y regresó a vivir con su madre para recuperarse. Un año y medio más tarde, peleó con su mamá y se fue de nuevo. “No pude despedirme de él. Se enojó con mi mamá y conmigo también. Por muchos años pasé por todas las emociones posibles, odiarlo, quererlo, buscar la figura paterna, idolatrarlo. Y a los 28 mi hermano me ayudó a juntarme con él”, contó.

“Ya estaba postrado en cama, muy viejito y con un poco de demencia senil. Me hizo pasar a su pieza, me dijo ‘nenita’ y me sentí como de 5 años de nuevo, me puse a llorar desde las vísceras. En el borde de su cama tenía una foto mía tomada de la tele, porque yo ya salía en la tele”, recordó sobre ese encuentro con el hombre que falleció en 2006.


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