Una cinta producida por la alianza entre CNN y HBO Max se llevó su primer Oscar en la ceremonia de los Premios de la Academia. Se trata de Navalny, filme que sigue a uno de los más grandes opositores de Vladimir Putin y excandidato presidencial de Rusia. El documental dirigido por el canadiense Daniel Roher causó gran impacto, siendo una de las últimas entrevistas que Alexei Navalny pudo dar antes de ser encarcelado. Con un provocador discurso de agradecimiento al premio, esta victoria no causó alegría en el Kremlin.
Navalny ha sido un personaje polémico para el gobierno ruso desde hace años. El documental se centra en su trayectoria política, su activismo anticorrupción y la misión de envenenamiento que agentes del gobierno emprendieron contra él. Eso fue lo que llevó al equipo de la producción a seguirlo y querer contar su historia, que llega en un momento de alta tensión, a poco tiempo de cumplirse un año desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
"Hay alguien que no pudo estar con nosotros esta noche: el líder de la oposición rusa, Alexis Navalny, permanece en régimen de aislamiento por lo que llama, quiero asegurarme de citar sus palabras correctamente, 'la injusta guerra de agresión de Vladimir Putin en Ucrania'", leyó el director en su discurso de agradecimiento. Sus palabras no fueron las únicas, ya que la esposa de Navalny, Yulia, también compartió su reflexión.
"Mi marido está en prisión solo por decir la verdad, por defender la democracia", declaró.
La respuesta del Kremlin
El gobierno de Vladimir Putin no tardó en responder. Este lunes, a menos de 24 horas de la ceremonia, el vocero Dimitri Peskov fue cuestionado al respecto en una conferencia de prensa. Indicó que, aunque no ha visto el documental, es probable que haya elementos de politización.
"No tendría sentido juzgar las cualidades del documental, pues no lo he visto, pero me atrevería a suponer que hay un elemento de politización aquí", apuntó. Agregó que en Hollywood, "tampoco rehuyen de la politización en su trabajo".