'Blonde', la biopic de Marilyn Monroe producida por Netlifx, ha dado de qué hablar desde el inicio. Desde las dudas que causó el casting de Ana de Armas, una actriz cubana, para interpretar a la icónica rubia, hasta las dudas una vez que se supo que, más que una película biográfica, sería una adaptación de un libro que se acerca más a lo especulativo y a la ficción sobre la vida de Monroe. Las críticas no cesaron una vez que el filme ya estuvo disponible en la plataforma de streaming, es más, se intensificaron.
"La película pseudobiográfica de Andrew Dominik es un largo camino hacia la tristeza y una tragedia más que predecible, a pesar de la conmovedora actuación de Ana de Armas y la forma deliberadamente artística y a menudo sorprendente del señor Dominik", escribió un crítico de The Wall Street Journal en Rotten Tomatoes. A eso se suman otras que describen la cinta como "frustrante", "morbosa" y "victimizante". Ann Hornaday de The Washington Post incluso acusó a la producción de crear "un nuevo género cinematográfico: necro-ficción".
Si bien las críticas llevan meses, fue a inicios de marzo cuando Ana de Armas rompió el silencio y salió en defensa de la película que le ganó su nominación a Mejor Actriz en los premios Oscar.
"No es una película para complacer"
En conversación con The Hollywood Reporter, la actriz comentó que las reacciones iniciales no fueron como las críticas que se han llevado toda la atención. "Cuando presentamos la película en Venecia o San Sebastián la reacción fue mucho más cálida que en Estados Unidos", señaló.
"Es difícil escuchar estas reacciones, pero siempre puedes volver a lo que viviste y por qué lo hiciste, y las razones por las que estabas atraída al proyecto. Eso no va a cambiar", aseguró, agregando que "esta no era una película hecha para complacer a la gente o hacer que a la gente le gustara. Era una película difícil de ver".
Frente a quienes dicen que la cinta le falta el respeto a la memoria de Monroe, Ana de Armas no está de acuerdo. "No creo que la película hable mal de ella ni un poco. Creo que es lo contrario. Creo que habla mal del ambiente y la industria, y eso es algo difícil de digerir a veces para otras personas en este negocio", explicó.
"Esta película también hace que la audiencia se sienta participante. Contribuimos en el momento, y todavía contribuimos, a la explotación de los actores, personas en el ojo público. Nosotros, la audiencia, hacemos esto. Y creo que es posible que algunas personas sintieron que las estaban apuntando con el dedo", concluyó.