Un día como hoy, en 1967, murió la cantautora y artista nacional Violeta Parra. Tenía 49 años cuando se suicidó en su carpa de La Reina, pocos meses después de la grabación de "Las últimas composiciones", el disco más popular de su obra. Parra sigue siendo hasta el día de hoy una de las compositoras folclóricas nacionales más reconocidas en Chile y en el mundo entero.
Una carrera cuesta arriba
El trabajo de Violeta Parra sirvió de inspiración para muchos artistas posteriores que, al igual que ella, buscaban rescatar la música del campo chileno. Una tarea noble pero sumamente difícil.
La marca de la cantautora nacional es tan importante que el día de su natalicio, el 4 de octubre, se celebra el "Día de la música y de los músicos chilenos".
Violeta es también parte de una de las familias que más ha aportado a la cultura chilena, los Parra. Oriundos de San Carlos, en el sur de Chile, ella junto a sus ochos hermanos se encargaron de dejar un gran legado. Apenas sus 12 años, la cantautora compuso sus primera canciones.
Debido a problemas económicos, más tarde la familia se mudó Santiago en busca de oportunidades. Así, Violeta Parra comenzó su carrera en el restaurante El Popular de Avenida Matucana. Al poco tiempo conoció a Luis Cereceda Arenas, con quien se casó y tuvo dos hijos: Ángel e Isabel. Su esposo, quien militaba en el Partido Comunista, la inició en la política. La pareja se separó en 1948.
Sin embargo otro amores llegaron a la vida de Violeta Parra y también dos hijas más, quienes ya fallecieron lamentablemente.
En 1954 Parra ganó el premio a Folclorista del Año, esto le valió la invitación a Polonia. Así, aprovechó de visitar Unión Soviética y partes de Europa, especialmente París, donde grabó sus primeros álbumes apropiadamente. De ahí en más, su carrera solo creció.
Muerte
Hasta el día de hoy, la muerte de Violeta Parra sigue siendo un misterio para muchos. Algunos dicen que fue por amor, otros por inconforme, u otros incluso lo ven como perfomance. Sea como sea, Violeta que le escribió a su hermano mayor, Nicanor Parra, en su carta despedida que: "Yo no me suicido por amor. Lo hago por el orgullo que rebalsa [sic] a los mediocres".
En el año 2001 se publicó el tributo Después de vivir un siglo, con versiones de Los Bunkers, Lucybell, Joe Vasconcellos, Chancho en Piedra, Mamma Soul, Ana Tijoux y Pettinellis, entre otros.