El pasado 28 de enero, en la edición número 24 del CTM Festival, Layla Rubi en colaboración con Xuxa, co-fundadoras del sello Widows, dieron inicio al primer fin de semana de uno de los festivales de música y arte más importantes del país germano.
Chilena en Berlín
En 2019 Layla Rubi decidió emigrar de Santiago a Berlín para dar una nueva proyección a su carrera de diseñadora gráfica. Al año siguiente fundó -junto a Xuxa- Widows. Idea que nace con la intención de crear una plataforma para la difusión de música producida por inmigrantes en Berlín. Si bien en una primera instancia se definieron como un colectivo, actualmente se reconocen como un sello de música.
En junio de 2022, después de celebrar el segundo aniversario del sello, Michail Stangl, quien dirige la transmisión de música en vivo The Boiler Room, y también es co-curador del programa de música del CTM, invitó a Layla y a Xuxa -junto a Widows- a ser parte de la edición número 24 del festival.
Desde 1999, el evento abarca una amplia gama de géneros musicales, ligados a la experimentalidad de la música y el sonido; además de enfocarse en el contenido audiovisual y transmedia. "Durante más de 20 años, CTM ha puesto de relieve las nuevas tendencias del pop y las culturas marginales que se aventuran a través de lo extraño, lo desafiante, lo catártico, lo esotérico, lo contagioso y lo extático, explorando simultáneamente historias sonoras, contextos y enredos políticos y tecnológicos", sentencia su pagina web.
En conversación con Radio Concierto, Rubi habló de la experiencia de ser parte del festival junto a su compañera y co-fundadora de Widows, Xuxa.
¿Cómo llegaste a tocar en uno de los Festivales más reconocidos de Berlín?
Por Widows. Las personas que trabajan en el CTM les gusta mucho nuestro trabajo. Me acuerdo que fueron a una de nuestras fiestas, hemos hecho fiestas importantes. Por ejemplo hicimos una en la mitad de Brandenburg, donde están todas las embajadas. Esa oportunidad un colectivo nos llamó para tocar allá y que hiciéramos la fiesta. Iban a hacer un montón de discursos políticos y nosotros teníamos que poner música. Al lugar fueron Mickel con su amiga y les gustó mucho. Le gustó porque habían muchas personas diferentes, por lo que decidieron invitarnos.
¿Te gustó la experiencia de participar en el festival? ¿Cómo lo sentiste?
Quienes nos invitaron son un amor, la organización fue muy buena, todo muy bien. Las personas que tocaron también. Se veían muchas comunidades de distintos países y eso fue muy lindo. Fue sold out, se vendió todo, las personas ya no podían entrar, se quedaron algunos fuera. Así que todo fue increíble. Es como la oportunidad que tienes para alcanzar mayor visibilidad. Es uno de los festivales más grandes de Berlín y Alemania, así que fue bacán.
¿Qué le dirías a una persona que produce o realiza música en Chile?
Les diría que paren de mirar a los europeos y a los estadounidenses en relación a lo que hacen musicalmente. Creo que todos están mirando para Latinoamérica. Un ejemplo es Rosalía y cómo ha blanqueado el reguetón. Encuentro que deberían dejar de copiar y estar orgullosos de los que han hecho con lo poco que tienen, que no dejen de ser auténticos.