El caso de Tomás Bravo remeció a todo Chile hace dos años. El pequeño desapareció el 17 de febrero de 2021 en Caripilun, en la comuna de Arauco y su cuerpo fue encontrado nueve días después cercano al hogar de la familia.
La desaparición del pequeño se produjo cuando salió junto a su tío abuelo, Jorge Escobar. El hombre salió junto con Tomás a buscar terneros y vacas. Según él, recorrieron el predio de ‘’la mano’'. Sin embargo, en un momento en que el hombre tuvo que acarrear los animales, perdió de vista al niño. Inmediatamente el tío se transformó en el primer sospechoso.
Tras un largo operativo, el 26 de febrero Tomás Bravo fue encontrado muerto en una zanja del río Raqui. De esa manera, el fiscal José Ortiz ideó la teoría que su muerte no era accidental porque “la manera del hallazgo claramente se trata de intervención de terceros”.
Escobar fue detenido tras esto. Pero en marzo de 2021 fue liberado porque no existían “elementos incriminatorios o evidencias que hayan sido recogidas (o encontradas) en las vestimentas del imputado, al interior de su vehículo o en su domicilio que lo puedan vincular con el asesinato”.
Desde entonces, el plazo de investigación ha sido extendido en múltiples ocasiones. Además, el 14 de octubre de 2021 un tribunal añadió tres meses más a la investigación a la espera de resultados del extranjero. Estos arrojaron resultados diferentes a la autopsia que efectuó el Servicio Médico Legal. La última extensión fue otorgada por la jueza Ingrid Hernández Román. De esa manera, se espera que este el 27 de febrero finalmente haya una respuesta frente a este caso.
Madre de Tomás Bravo
Por su parte, Estefanía Gutiérrez, la madre del pequeño, ha manifestado en múltiples ocasiones la impotencia que siente ante la falta de justicia. "Ha sido muy injusto, muy fuerte todo este tiempo. La hemos pasado muy mal. Teníamos la ilusión y fe que íbamos a tener la verdad pronto, pero hemos tenido muchos obstáculos", señaló en diciembre de 2022.
Luego reveló que siente mucha tristeza: "Nos da mucha pena que tengamos que seguir en esto y no le podemos cumplir al Tomi, porque es muy injusto lo que le ocurrió a él”.
“Les recuerdo que mi hijo estuvo nueve días desaparecido, estuvo dos meses en el SML y aún así no se ha podido esclarecer qué le pasó. Es por eso que, más que nunca, necesitamos que nos acompañen”, finalizó.