A dos semanas de la muerte de Lisa Marie Presley, su madre, Priscilla Presley, decidió hablar sobre la partida de su única hija quien falleció el pasado 12 de enero luego de sufrir un paro cardiorespiratorio que le provocó la muerte cerebral.
Después de la multitudinaria despedida en jardines de Graceland, Priscilla Presley, madre de Lisa, decidió acudir ante un juez para determinar la validez del testamento que dejó su hija.
La mujer pone en duda la autenticidad de la firma de su hija en un anexo de 2016, en el que elimina el fideicomiso que gestiona los bienes de su madre y a su antiguo gestor Barry Siegel, reemplazándolos en el documento por sus hijos Riley, de 33 años, y Benjamín, quien falleció en 2020.
El testamento de Lisa Marie Presley
Priscilla y Siegel eran los encargados de administrar el fideicomiso que creó Lisa con la herencia de Presley, sin embargo, el anexo creado en 2016 los elimina del testamento.
Según reportó la exesposa de "El Rey del Rock n' Roll", este documento tendría mal escrito el nombre de su hija y una firma que, aseguró, "parece inconsistente con la que habitualmente utilizaba", recoge Page Six.
Otra de las pruebas que tendría Priscilla sería que el documento firmado en 2016 nunca le fue mostrado, tal y como lo obligarían los términos del fideicomiso, y el anexo tampoco fue ratificado ante un notario.
Según la petición de la mujer, por las inconsistencias en el documento este debe considerarse inválido y tomarse el testamento fechado en el año 2010.
La heredera de Elvis
Cabe resaltar que la única hija de Elvis Presley se convirtió en heredera cuando tenía nueve años, por lo que el dinero tuvo que administrarlo su madre y Sergel hasta que tuviera 25 años.
Hacia el año 2018, Lisa Marie Presley decidió demandar a Siegel por negligencia en la administración en la fortuna. De acuerdo con los documentos, la cantante denunció que su fortuna se había reducido a 14.000 dólares para 2016.
Tras esta demanda, el patrimonio de Lisa se cifró en 100 millones de dólares, sumado a esto se encontraba la propiedad de Graceland, la mansión de "El Rey del Rock n' Roll".