Ayer se llevó a cabo el Plebiscito de Salida. El resultado fue favorable para el Rechazo a la nueva Constitución con un 61,8%. De esa forma, Chile seguirá teniendo la Constitución de 1980 hecha en plena Dictadura. Diversos medios internacionales se han referido al hecho. Sin embargo, uno de los más tajantes y críticos del resultado ha sido The New York Times, uno de los periódicos más prestigiosos del mundo.
Un récord mundial
"La constitución rechazada habría legalizado el aborto, adoptado la atención médica universal y consagrado más de 100 derechos constitucionales, un récord mundial", partió diciendo en su bajada el NY Times.
"Durante los últimos tres años, los chilenos han luchado por un camino para su país en la forma de una nueva Constitución", dice el reconocido periodista Jack Nicas. "Escrita completamente desde cero, que transformaría su sociedad y otorgaría más derechos que cualquier Constitución anterior", siguió.
"El domingo, los votantes rechazaron abrumadoramente ese texto", sentenció el periodista.
Luego el periodista señaló que esto deja el país aún más dividido. "El enfático rechazo fue el final abrupto de un proceso largo y a veces doloroso que había prometido una revolución política para esta nación sudamericana de 19 millones [de personas], pero que en cambio deja a Chile profundamente dividido sobre su futuro".
¿Por qué la rechazaron?
"Chile se queda, por ahora, con el mismo sistema de leyes que tiene sus raíces en la brutal dictadura del general Augusto Pinochet".
Según el periódico, las fake news, desinformación y sesgo fueron las culpables del rechazo de uno de los textos más ambiciosos del mundo. "La ambición arrolladora de la propuesta, y su sesgo decididamente izquierdista, ahuyentó a muchos chilenos, incluidos muchos que previamente habían votado para reemplazar el texto actual".
"Hubo una incertidumbre generalizada sobre sus implicaciones y costos. Parte de la cual fue alimentada por información engañosa. Incluidas afirmaciones de que habría prohibido la propiedad de vivienda y que se habría permitido el aborto en el noveno mes de embarazo".
"Los economistas esperaban que los cambios propuestos costaran del 9 al 14 % del PIB de $ 317 mil millones de Chile", escribió. Luego agrego: "El país ha sido durante mucho tiempo uno de los países con menor gasto en servicios públicos".