Luego de ser dejado en libertad por la justicia este lunes, Miguel Ángel, carretonero que atropelló a ciclistas participantes de una convocatoria por el Apruebo en la Alameda el pasado domingo, entregó su versión de los hechos y denunció que las personas participantes de esta instancia iniciaron las agresiones.
En conversación con 24 Horas, el carretonero expuso que las dos yeguas que tiraban el carro en el que se transportaba, durante su participación en una caravana de huasos por el Rechazo, se estresaron tras recibir piedras y perdieron el control, cambiando de calzada, hecho que provocó el atropello.
En esa línea, Miguel Ángel afirmó que tras perder el mando en ningún momento pudo volver a controlar la carreta.
"Más arriba estaban peleando los cabros, los de las bicicletas, buscando la camorra a los de los carretones. En eso, me bajo a mirar y me doy vuelta. Veo que vienen las yeguas. Tienen que haber recibido piedras, porque estaban tirando con hondas", dijo.
“Las yeguas saltan y yo me subo al carretón. Ahí, los animales arrancaron para abajo. Menos mal que estaba Carabineros ahí en La Moneda, porque me abrieron la reja. Querían pasar para adentro ellos (los ciclistas)", complementó el conductor de la carreta.
Ciclistas: "En ningún momento hubo provocación"
Entretanto, en conversación con Ciudadano ADN, David Gómez, vocero de Revolución Ciclista Plurinacional, agrupación civil encargada de la organización de esta ciclomarcha, negó toda incitación de los ciclistas hacia los carretoneros.
"En ningún momento hubo una provocación por parte de los ciclistas (…) sí hubo intercambio de palabras entre Apruebo y Rechazo, comunista o cosas así, pero más allá no”, señaló el vocero.
En esa línea, respecto al lanzamiento de piedras por parte de los ciclistas, Gómez señaló que "eso va a ser materia de investigación". Esto, debido a que Revolución Ciclista Plurinacional decidió presentar una querella contra los responsables de estos hechos.
Cabe señalar que Carabineros detuvo a Miguel Ángel el pasado domingo, luego de participar en el atropello a los ciclistas, para luego quedar en libertad y apercibido, a espera de la citación del Ministerio Público.