Paradójicamente, parece que Better Call Saul va a necesitar contratar los servicios de un abogado como su astuto protagonista.
Y es que la compañía de preparación de impuestos Liberty Tax Services presentó una denuncia contra AMC y Sony Pictures Television, productoras de la serie por, presuntamente, robar su marca registrada y dañar su imagen corporativa.
Durante esta sexta y última entrega, que ya encara su recta final con el estreno de los últimos capítulos, la actividad criminal de Jimmy McGill (Bob Odenkirk) y Kim Wexler (Rhea Seehorn) alcanza su apogeo cuando trazan un elaborado plan para acabar con la carrera de su viejo abogado rival Howard Hamlin (Patrick Fabian) .
Como parte de este complot, piden ayuda a Betsy y Craig Kettleman, quienes llevan una fraudulenta gestora de impuestos llamada Sweet Liberty Tax Services.
Como los fans de la precuela de Breaking Bad ya sabrán, los Kettleman dan a conocer este turbio negocio ficticio, con el que estafan a ancianos, con una enorme estatua de la libertad inflable, símbolo de la empresa denunciante.
Además, tanto los colores de marca del negocio, azul y rojo, como su logotipo, la llama de la estatua de la libertad, y su propio nombre evocan a los de la compañía real.
La demanda contra Better Call Saul
Según recoge The Wrap, Liberty Tax Services presentó una demanda alegando que AMC y la ficción del letrado intencionalmente han utilizado y dañado su imagen de marca, representándola con "dilución, difamación, menosprecio y falsedades perjudiciales".
"De todos los nombres que los demandados podrían haber usado para el negocio de impuestos del episodio 2 decidieron no ser originales en absoluto y copiaron las famosas marcas registradas de Liberty Tax, que se han usado durante más de 25 años, simplemente agregando la palabra 'Sweet' delante", reza la denuncia.
Todo parece apuntar a que Better Call Saul nombró de esta forma su fraudulenta gestora de impuestos como excusa para poner una estatua de la libertad encima del despacho del abogado.
Sin embargo, también podría tratarse de una forma de vilipendiar satíricamente a Liberty Tax Services a sabiendas de cómo la serie integra los asuntos legales de la vida real en el drama, profundizando en los libros de derecho para encontrar detalles oscuros y vacíos legales que ayuden a enriquecer la trama de la ficción.
Por el momento AMC Networks y Sony Pictures no han respondido a las acusaciones, y aseguran que no afectará a su emisión, por lo que estrenarán sus dos últimos capítulos normalmente.