Breaking Bad y Better Call Saul son ficciones de un mismo universo, y de ahí nacieron personajes icónicos como Jesse Pinkman, interpretado por Aaron Paul.
Este personaje lo catapultó a la fama por su gran actuación, y tan grande fue la aceptación que tuvo del público que apareció en los capítulos finales de su spin-off.
Sin embargo, al ponerle punto final a la historia, el actor reveló que ese también es un cierre definitivo para su papel: "Jesse Pinkman siempre tendrá un lugar especial dentro de mí, pero con confianza puedo decir que BCS fue la última vez que vimos a Pinkman. Así que fue una linda despedida".
Asimismo, Aaron Paul aseguró que aún no puede creer el cariño que sigue recibiendo de la gente. Es más, aún no sale del asombro que en Albuquerque haya una estatua de él y de Bryan Cranston.
"Es todo tan extraño para mí. Creo que siempre será así, pero es genial. Nuevo México tiene un lugar muy especial en mi corazón y mi alma", comentó para The Hollywood Reporter.
"Estaba en el punto más bajo de mi carrera con un montón de altibajos. Realmente necesitaba Breaking Bad para tener un poco de éxito y poder sobrevivir. No quiero sonar melodramático, pero ese realmente es el lugar donde estaba. Y ahora, el hecho de que hayamos terminado el universo de Breaking Bad y Better Call Saul con estas estatuas, es surrealista para mí", sostuvo el popular Jesse Pinkman, quien aseguró que esa etapa ya llegó a su fin.