Sin duda uno de los momentos más memorables de Game of Thrones fue el cameo no deseado del vaso de Starbucks en el cuarto episodio de la última temporada de la serie de HBO. Y aunque el incidente provocó muchas risas, los productores del universo de George R. R. Martin están determinados a no repetir el error.
Mientras se filmaba House of the Dragon, la precuela de GOT, el coproductor Ryan Condal admitió que él y sus colegas tuvieron cuidado de evitar un incidente de déjà vu, y mantuvieron un set muy vigilado. "Había mucha persecución de Starbucks”.
Condal se apresuró en defender el error de GOT, y señaló que momentos como ese ocurren a menudo en la televisión y el cine, pero el hecho de que se analizó de la manera en que se subrayó la popularidad del programa de HBO. La escena atrajo tanta atención que provocó una cacería de brujas sobre quién era el responsable, y muchos culparon a Emilia Clarke debido a su proximidad a la taza, hasta que más tarde se confirmó que Conleth Hill, quien interpreta a Varys, era el dueño.
Se lo tomaron con humor
Aún así, se divirtieron un poco al hacer referencia a la taza en el set de House of the Dragon, dijo Condal: "Siempre bromeábamos sobre eso, que íbamos a hacer cálices de Starbucks para que al menos encajaran en la escena".
El socio de Condal en House of the Dragon, Miguel Sapochnik, se burló de que adoptó un enfoque diferente: dejar las tazas de café "en todos los lugares donde pudimos para que luego pudiéramos cubrirlas digitalmente".
En broma, lanzó un desafío para que los espectadores "vean si pueden ver dónde estaban los vasos de Starbucks que eliminamos digitalmente después del hecho, y si pueden encontrar uno, hay un premio". ¿Cuál es ese premio? “Una taza de café”, naturalmente.