Netflix estrenó el documental Shania Twain: Not Just A Girl, que repasa la vida de la cantante, desde su infancia en Timmins, Ontario (Canadá) hasta su presente.
La artista revela cada una de las cosas que ha tenido que enfrentar, desde sus luchas y éxitos, hasta sus pérdidas y el amor, recoge El País.
La cantante de 56 años comienza contando que se crió con sus cinco hermanos en Timmins y asegura que "crecer en un hogar violento fue horrible", lo que la animó a salir a cantar por los bares de la zona con solo 8 años.
Tras repasar su infancia y contar cómo llegó a firmar con un sello discográfico, Twain menciona que en 1995 lanzó el disco que la lanzó a la fama, The Woman in Me, producido por Robert John "Mutt" Lange, que tenía una amplia experiencia en música rock.
En medio de este éxito, la cantante y Lange se enamoraron y se casaron. La pareja también funcionó para crear un éxito como el álbum Come On Over (1997), en el que se incluyeron los éxitos mundiales You're Still the One y Man! I Feel Like a Woman.
El infierno de Shania Twain
Si bien su mayor alegría llegó en 2001 con el nacimiento de su hijo, no fue hasta el año siguiente que Shania comenzó a vivir un infierno.
La cantante contrajo la enfermedad de Lyme. "Estaba montando a caballo cuando me picó una garrapata, que estaba infectada con la enfermedad", explica en el documental.
"Me mareaba en el escenario, perdía el equilibrio y tenía miedo de caerme de él. Los desvanecimientos eran muy regulares, cada 30 segundos o cada minuto. Tuve todos los síntomas de la enfermedad mientras seguía el tratamiento; me recuperé, pero mi voz nunca volvió a ser la misma", menciona la canadiense.
Y agrega: "Pensé que había perdido mi voz para siempre. Pensé que eso era todo".
Pero el drama en su vida no quedó ahí, ya que en 2010 se divorció después de que su marido la engañara con su secretaria y mejor amiga. "Tuve un ataque de pánico total", dijo Twain.
"Solo le dije que era una mala persona, ¡eso es todo lo que pude decir!", declaró la artista, quien comparó el fin de su matrimonio con la muerte de sus papás cuando solo era una niña, un hito que nunca ha superado.
"Mierda, nunca voy a superar esto", pensó por aquellos días. Sin embargo, tuvo que salir adelante: "Así que todo lo que puedo hacer es determinar cómo voy a continuar a partir de ahí. ¿Cómo voy a salir de este agujero en el que he caído? Solo así", afirmó.