Un enorme trozo de basura espacial china está cayendo lentamente a la superficie terrestre. Sin embargo, lo más preocupante de esta información es que nadie sabe exactamente donde va a caer.
La pieza de 25 toneladas, llamada CZ-5B R, era parte de un cohete que fue usado para lanzar al espacio un nuevo módulo científico. Todo, para seguir completando la creciente estación espacial de China.
Ahora, un grupo de expertos están tratando de seguir el rastro de la enorme pieza de basura espacial. Según informó la Corporación Aeroespacial, el objeto entrará nuevamente a la atmósfera este domingo 31 de julio.
Our latest prediction for #CZ5B rocket body reentry is:
🚀 31 Jul 2022 02:22 UTC ± 17 hours
Reentry will be along one of the ground tracks shown here. It is still too early to determine a meaningful debris footprint. Follow this page for updates: https://t.co/SxrMtcJnj0 pic.twitter.com/ivvxJboa17— The Aerospace Corporation (@AerospaceCorp) July 27, 2022
Un posible desastre
Y a pesar de que esto ha ocurrido en otras ocasiones; el tamaño del objeto espacial podría gatillar un enorme desastre. De hecho, la parte del cohete no tiene ninguna forma de cambiar su trayectoria, por lo que entrará rápidamente a nuestro planeta.
Aunque no es una situación como en Don´t Look Up, aún no se ha descartado que parte del cohete caiga en zonas residenciales. "Producto de la naturaleza sin control del descenso, hay probabilidades de que caigan escombros en áreas pobladas. Más del 88% de la población mundial vive en lugares donde podrían caer los restos", aseguraron desde la Corporación Aeroespacial, según informó The Byte.
De acuerdo a la organización, del 20 al 40% del enorme objeto podrían llegar a la superficie. Sin embargo, en este caso, esto se traduce en una gran cantidad de toneladas de metal cayendo a velocidades vertiginosas.
Esta no es la primera vez que los programas espaciales de China realizan experimentos imprudentes. A lo largo de los últimos años, el país ha lanzado dos cohetes del mismo tipo, que han entrado sin control a la atmósfera.
En 2020, enormes piezas de metal llovieron sobre una pequeña villa en Costa de Marfil. Y el año pasado, otro cohete chino cayó violentamente en el Océano Indico.
Y si bien, hasta el momento, nadie ha resultado herido por la imprudencia de la potencia asiática; nada nos asegura que en esta ocasión alguien pueda resultar mortalmente herido.