Según una nueva encuesta publicada hoy en NME por Music Declares Emergency, los fanáticos de la música se preocupan más por la crisis climática que quienes no lo son.
Resultados y explicación
Mientras que el 72% de las personas que clasificaron la música como "no importante" en sus vidas expresaron su preocupación por el calentamiento global; esa cifra saltó al 82 por ciento entre quienes consideraban que la música era vital. El 16% restante presumiblemente era indiferente a que el planeta se estuviera acabando.
Que a alguien no le guste la música ya es un redflag a tener en consideración. Que la música te hable sugiere una mentalidad más empática y apasionada, y la conciencia de la amenaza a nuestro frágil entorno se filtra a través de gran parte de la cultura popular. Esto según el estudio hecho.
En definitiva, el que músicos como Coldplay, Radiohead, Massive Attack, Phish y Billie Eilish (esta última será la anfitriona de Overheated, una cumbre sobre el cambio climático en el O2 Arena de Londres el próximo mes) estén haciendo ruido para crear eventos con menos emisión carbono y giras sostenibles, crea conciencia de estos problemas entre fanáticos de la música.
Además, si aceptamos que nuestra obsesión por descubrir nuevos sonidos da paso gradualmente a intereses más urgentes en los costos del cuidado de los niños y el mantenimiento del nivel de vida que tenemos; entonces los “aficionados a la música”, siendo generalmente más jóvenes, tienen mucho más futuro por el que temer.
¿Qué hacer?
La pregunta ahora es: ¿cómo utilizar esta preocupación generalizada? Después de todo, el lento goteo del desastre climático, avanzando poco a poco hacia la catástrofe hace que sea un tema difícil de mantener la atención musical. Los problemas más inmediatos (desamores, guerras o pandemias) tienden a distraer a los artistas de la crisis climática.
El evento Climate Live del año pasado, que incluyó espectáculos en más de 40 países para mostrar la emergencia ambiental, obtuvo el apoyo de Sam Fender, Glass Animals, Groove Armada, The Wombats y Declan Mckenna, quienes tocaron frente al Parlamento, pero el total la falta de famosos grandes era notoria.
El próximo evento de Billie Eilish y el documental que lo acompaña, 'Overheated', es obviamente una tremenda ayuda, pero no se debe esperar que ella soporte la carga prácticamente sola.
En definitiva, necesitamos un himno. Un pop anthem que una al 82% fanáticos de la música que se preocupan por la causa climática y que llegue a los charts y de esa forma ayude a concientizar respecto al grave problema que vivimos.