Durante la jornada de hoy, en una reunión de comités con representantes de todos los grupos políticos, se determinó quiénes formarán parte de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados
Dentro de sus integrantes estaría Maite Orsini (RD), Pamela Jiles (independiente, exmilitante del disuelto Partido Humanista) y Johannes Kaiser.
¿Cómo fueron votados?
De acuerdo a lo reportado por La Tercera, las bancadas, partidos o grupos que tuvieran mayor número de integrantes tendrían un cupo en la Comisión de Ética.
De esa forma, el PS, el PC, la UDI, RN, la DC, el PPD, los Republicanos y el FA tenían derecho a acceder a uno de los nueve asientos dentro del comité. Cabe recordar que la misión de este ente es resolver conflictos y sancionar faltas y episodios de mal comportamiento de los diputados.
Pese a esto, se acordó previamente darle el noveno cupo en Ética a la diputada Pamela Jiles.
¿Quiénes la conformarán?
Además de la diputada independiente, estará Maite Orsini representando a RD, Carmen Hertz al PC, Hector Barría a la DC, Nelson Venegas al PS, Carlos Bianchi a la bancada de independientes-PPD; por su parte, la UDI eligió a Renzo Trisotti; RN a Bernardo Berger y los Republicanos a Johannes Kaiser.
Los nuevos miembros deberán constituir la comisión esta misma semana, debido a que ya acumulan algunos conflictos a discutir. Sin embargo, el mayor problema que queda ahora es que algunos de los diputados que son parte de este comité tendrían problemas al ser ellos mismos los involucrados.
En algunos casos, se trata de reclamos emprendidos como agraviados y, en otros, los diputados son los acusados por sus pares. En esa situación está, por ejemplo, el diputado Johannes Kaiser, quien adelanta que en los casos que sea parte (ya sea como acusado o acusador) se inhabilitará. Lo que significa que no será parte de.
También, Orsini tiene pendiente la revisión de una discusión con el republicano y cuando trató de “vieja loca” a su par María Luisa Cordero (RN).
Por su lado, la diputada Jiles, afirmó que “muchas veces la Comisión de Ética ha frivolizado y farandulizado su rol” al dedicarse a resolver asuntos anecdóticos o formales, en vez de dedicarse a situaciones graves como “faltas a la probidad o el consumo de drogas”.