¿Te imaginas ser un cajero y de repente toparte con un hombre de 37 años no necesita utilizar una tarjeta bancaria o su celular para pagar? En su lugar, simplemente coloca su mano izquierda cerca del lector de tarjetas sin contacto y el pago se realiza. "Las reacciones de los cajeros no tienen precio", dice Patrick Paumen, un guardia de seguridad de los Países Bajos a la BBC.
El susodicho puede pagar con la mano porque en 2019 le inyectaron un microchip de pago sin contacto bajo la piel. "El procedimiento duele tanto como cuando alguien te pellizca la piel", dice. En cuanto a los chips de pago implantables, la empresa británico-polaca Walletmor dice que el año pasado se convirtió en la primera compañía en ofrecerlos a la venta.
"El implante puede utilizarse para pagar una bebida en la playa de Río, un café en Nueva York, un corte de pelo en París o en la tienda de comida local", afirma su fundador y director ejecutivo, Wojtek Paprota. "Puede utilizarse en cualquier lugar donde se acepten los pagos sin contacto".
¿De qué está hecho el microchip?
El chip de Walletmor, que pesa menos de un gramo y es poco más grande que un grano de arroz, está compuesto por un minúsculo microchip y una antena encerrados en un biopolímero, un material de origen natural, similar al plástico. Paprota añade que es totalmente seguro, cuenta con la aprobación de las autoridades, funciona inmediatamente después de ser implantado y se mantiene firmemente en su sitio. Además, no necesita batería ni ninguna otra fuente de energía. La empresa afirma que ya ha vendido más de 500 chips.