Científicos descubrieron que las setas "hablan" mediante impulsos eléctricos que se disparan cuando los hongos entran en contacto con fuentes de alimento o peligros potenciales.
Cuando Lewis Carroll escribió Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas en 1865, exploró escenarios inimaginables como los gatos fumadores y las setas parlantes. Aunque ninguno de ellos tenía fundamento científico en aquella época, una nueva investigación demuestra que los hongos realmente se comunican entre ellas. Y tienen un vocabulario de hasta 50 palabras.
Según un estudio publicado en la revista Royal Society Open Science, los científicos han revelado que estos organismos son los parlanchines más inesperados de la naturaleza. Con Andrew Adamatzky -profesor del Laboratorio de Computación No Convencional de la Universidad del Oeste de Inglaterra- a la cabeza, el estudio se centró en cuatro especies de hongos.
Impulsos eléctricos
Adamatzky observó que, en determinadas situaciones, las señales eléctricas que producen los hongos son innegables.
Por lo general, varias setas crecen a partir del mismo micelio, una red de filamentos similar a la de las neuronas del cuerpo humano. Los impulsos eléctricos liberados por un hongo viajan a través del micelio a otros hongos que crecen de la misma red.
Pero aunque el estudio compara estas señales eléctricas de los hongos con "palabras", uno de los autores dijo que es "un paso de gigante" sugerir que los hongos utilizan palabras reales para comunicarse entre sí, de forma similar a los humanos.
"Creo que la mayoría de los biólogos dirán que eso es ir demasiado lejos... Pero dicho esto, esa complejidad probablemente subyace a la comunicación real que se produce entre estos organismos", agregó.
"Tiene sentido. Tienen la arquitectura para hacerlo y les beneficiaría desde el punto de vista de la selección natural. Así pues, hay mucho que descifrar aquí en cuanto a cómo estos hongos y estas setas hacen lo que hacen", concluyó.