La Convención Constitucional tiene la tarea de definir el futuro de nuestro país en muchos aspectos. Uno de los más importantes es el tema habitacional y de la vivienda.
En Mañana será otro día conversamos con Alejandro Aravena, arquitecto ganador del premio Pritzker, acerca de ¿Cómo vamos a vivir juntos, libro que texto cuenta 11 experiencias de diseño participativo, que el autor transforma en claves para una vida en común.
Para partir la conversación, Aravena comentó que "el libro quiere contribuir al debate constitucional. Las nuevas reglas del juego no son tan distintas a lo que uno como arquitecto tiene que hacer cuando se pregunta cómo va a vivir una familia en una casa".
En esta misma línea, el arquitecto destacó que "la participación antes que ninguna otra cosa debe informar. Hay que nivelar la cancha de la información, que todos los que decidan manejen la información. Hay una necesidad de horizontalidad".
Asimismo, el ganador del Pritzker señaló que "los derechos de vivienda son de segunda generación. Hay un costo asociado, no se puede aplicar directamente, debe haber una ley. Los recursos son escasos, existe la posibilidad de que si yo no puedo satisfacer ese derecho que dice la Constitución se le quita legitimidad a la misma".
"Todos nosotros debiéramos entender que en los procesos participativos hay que nivelar el solo tener un objetivo con un sentido de realidad. Un tratamiento serio de hacerse cargo de lo que se promete", agregó el autor de ¿Cómo vamos a vivir juntos?
Los problemas habitacionales del Chile actual
Por otro lado, Alejandro Aravena habló sobre los problemas habitacionales que tiene nuestro país en la actualidad. Según contó, es la ciudad la encargada de mostrar las desigualdades en nuestra sociedad.
Sobre esto, Aravena dijo que "la manera de medir los estándares debiera ser en sentido común y preguntarse ¿viviría yo ahí? Si uno viviría ahí donde se está dando la solución es porque hay dignidad, no hay una diferencia".
"La ciudad refleja de manera brutal las iniquidades de nuestra sociedad. La propia puede funcionar como un atajo hacia las equidad. Sin tener que depender de la redistribución de los ingresos tú puedes mejorar la calidad de vida", indicó el arquitecto.