Investigadores canadienses creen haber encontrado el primer caso de transmisión del coronavirus por parte de un ciervo a un ser humano. Advierten que es necesario ampliar la vigilancia de la fauna salvaje para evitar que se desarrollen y propaguen más mutaciones sin detectar.
En un artículo publicado durante febrero, pero que aún no ha sido revisado, los científicos afirman que al menos un caso de Covid-19 en humanos puede atribuirse a una cepa del virus encontrada en ciervos cazados.
Los biólogos han encontrado anteriormente poblaciones de ciervos de cola blanca infectados con Covid en regiones del noreste de Estados Unidos; así como en provincias centrales de Canadá. Aunque los ciervos no suelen ser una especie que pueda transmitir fácilmente el virus a los seres humanos, los expertos habían especulado, no obstante, con la posibilidad de transmisión.
El estudio
Como parte de su estudio, los científicos canadienses tomaron muestras de cientos de ciervos de cola blanca cazados el pasado otoño. Tras realizar hisopos nasales y analizar los ganglios linfáticos de los ciervos, descubrieron que 17 de los 298 ciervos eran positivos a un "linaje nuevo y muy divergente" del coronavirus.
El virus se parece poco a las cepas que circulan actualmente en las poblaciones humanas. En cambio, el pariente genético más cercano a la cepa procedía de muestras tomadas en humanos y visones en Michigan hace dos años.
A continuación, los investigadores compararon la composición genética del coronavirus hallado en los ciervos con los casos del virus encontrados en humanos en la región.
El equipo encontró un residente que tenía una cepa del virus sorprendentemente similar y que había estado en contacto con ciervos. Aunque los autores afirmaron que los limitados datos de las muestras dificultan la comprensión plena de la relación genética entre las cepas, el momento y la ubicación de la infección sugieren que un ciervo fue la fuente probable.
Los científicos no están seguros de cómo los ciervos contrajeron el virus inicialmente; pero un estudio más detallado de la variante que circula en la población sugirió que su estructura de espiga significaba que el escape de la vacuna -la capacidad del virus de eludir las vacunas- era improbable.