La siguiente carta fue enviada a El Mercurio por nuestra conductora de Mañana Será Otro Día y rostro de Radio Concierto, Constanza Santa María. La periodista pone en duda que durante el fin de semana se hicieran diversas notas a partir de un comentario que fue sacado de contexto en redes sociales.
Vivimos en un mundo donde todos podemos ser víctimas de las fake news que campean en las redes sociales. Es un dato, nos guste o no, que los algoritmos privilegian la polarización y exacerban la emocionalidad: eso genera tráfico. Quienes estamos expuestos a ser víctimas de esto solo podemos seguir educando sobre las limitaciones de las redes sociales y esperar que la ciudadanía sea capaz de distinguir entre redes sociales (cualquier plataforma digital) y medios de comunicación tradicionales y con vocación periodística.
Lamentablemente, también tenemos en Chile medios de comunicación que haciendo eco de las fake news de las redes sociales las disfrazan de noticias para generar clics en sus páginas web. Este fin de semana al menos dos radios informativas relevantes del país publicaron en sus páginas notas falsas sobre lo que yo "habría" dicho en un programa sobre el cortometraje "Bestia" exhibido por mi canal TVN el viernes pasado. Los periodistas de ambas radios pudieron revisar lo que realmente dije en la página de mi Canal. Pudieron también llamarme y reportear. Pero es más rápido y eficaz dar crédito a las rrss que hacer la pega. Ambas radios faltaron a la verdad. Ambas radios ofrecen excusas privadas para sus errores públicos y editan sin corregir.
“Fake News en las redes sociales”
La demolición de nuestras instituciones, de la credibilidad y de la fe pública se basa precisamente en esto, excusas y explicaciones privadas ante errores y falta de profesionalismo público. Quizás porque soy del gremio puedo decir con claridad que esta nueva manera de hacer periodismo no cumple con el deber ético profesional mínimo: chequear la veracidad de la información y no ser presa fácil de rumores y noticias falsas.
En simple, filtrar el grito sordo de las rrss y asumir que al publicar estamos construyendo realidad. Esta flojera profesional no sólo nos daña a nosotros sino que destruye la fe pública que es imprescindible para la labor periodística y su aporte a la democracia. Una vez más, algún periodista de página web, volvió a recitar aquello de "no dejemos que la verdad arruine una buena historia". Pero lo cierto es que cuando se publican mentiras con el único ánimo de acrecentar los clics lo que se arruina no es la verdad sino el prestigio de nuestra profesión y se acelera la constante destrucción de la relevancia de los medios periodísticos tradicionales.
Constanza Santa María M.
Periodista
Hoy, martes 29 de marzo, también hizo referencia al hecho durante su programa en la 88.5. Escucha qué dijo a continuación: