La crisis migratoria en el norte ha sido uno de las principales problemáticas de los últimos años. Tanto así que los habitantes de las ciudades más grandes se han revelado en diversas ocasiones, tomándose las calles para manifestarse.
En Mañana será otro día conversamos con Felipe Berríos, sacerdote jesuita, sobre la crisis migratoria y sus posibles causas y soluciones. Todo a través de su mirada desde La Chimba, en el norte.
Para partir la conversación, Berríos comentó que "todo se ha centralizado en Santiago. Antes los trámites de regularización se podían hacer en Antofagasta. No ha habido ninguna respuesta, el centralismo aumenta más el problema".
En esta misma línea, el sacerdote destacó que "hay una indolencia, si la gente no se toma los caminos, en Santiago no hacen nada. No se puede hacer mucho si no se da el visto bueno desde Santiago".
Asimismo, el experto señaló que "la frontera no solo hay que tenerla con soldados, sino también con trabajadores sociales. (Hay que) dar una visa de trabajo de al menos un año, así se evitan verdaderas mafias".
"Los estados de excepción no se pueden usar para un problema constante. A veces los particulares hacemos más que las autoridades. La indolencia es gigante", añadió.
Crisis migratoria con el nuevo gobierno
Por otro lado, el sacerdote jesuita se refirió a las expectativas que tiene frente a la crisis migratoria en el próximo gobierno de Gabriel Boric. Según contó, el cambio de mando traerá un cambio generacional.
Sobre esto, Felipe Berríos dijo que "se ha politizado de una manera muy simplona. No será un gobierno que va a solucionar algo que es un desafío global. Se pueden mover los capitales sin ningún problema, y le ponemos trabas a las personas".
"Espero una actitud distinta. Tenemos un gobierno que lleva 4 años diciendo cosas distintas, mostrando a los inmigrantes como delincuentes que vienen a quitarnos trabajo y educación. Con esa mirada es re difícil resolver el problema", comentó Berríos.
"Muchos sectores dicen que aquí hay que poner mano dura, y los problemas graves no se solucionan solo con eso. Hay que aplicar el estado de derecho, pero hay que ir al centro del problema. Es una generación nueva que viene con una parada distinta", finalizó.