Científicos han descubierto que un cocodrilo de 93 millones de años se comió a una cría de dinosaurio poco antes de su muerte. Estom tras utilizar técnicas nucleares para escanear el contenido del estómago fosilizado.
Los restos del cocodrilo se encontraron dentro de una gran roca en el centro de Queensland, Australia, en 2010.
Ahora, un equipo del Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios y de la Universidad de Nueva Inglaterra utilizó imágenes nucleares y de sincrotrón avanzadas para confirmar que el hambriento cocodrilo se había comido un dinosaurio juvenil antes de morir. Publicaron sus hallazgos en la revista Godwana Research.
Confractosuchus sauroktonos
El cocodrilo se bautizó como Confractosuchus sauroktonos, que se traduce como "el cocodrilo asesino roto", y medía entre 2 y 2,5 m de longitud. La parte "rota" de su nombre se refiere al hecho de que se descubrió en una enorme roca destrozada.
El Dr. Joseph Bevitt, coautor del estudio, afirmó que los restos fosilizados se encontraron en un enorme peñasco destrozado:
"Los restos fosilizados se encontraron en una gran roca. Las concreciones suelen formarse cuando la materia orgánica, o por ejemplo un cocodrilo, se hunde en el fondo de un río.
"Como el entorno es rico en minerales, en pocos días el barro que rodea al organismo puede solidificarse y endurecerse debido a la presencia de bacterias", agrego.
El descubrimiento
Según un comunicado de prensa de la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear (ANSTO), los primeros escaneos de imágenes de neutrones de un fragmento de roca detectaron huesos del pequeño dinosaurio juvenil del tamaño de un pollo en el intestino, un ornitópodo que aún no es identificado formalmente con una especie.
Los huesos de dinosaurio estaban incrustados en la densa roca de hierro y se "descubrieron por casualidad". Esto, cuando la muestra fue "expuesta al poder de penetración de los neutrones".
Bevitt dijo: "En el escaneo inicial en 2015, divisé un hueso enterrado allí que parecía un hueso de pollo con un gancho y pensé de inmediato que era un dinosaurio". "Los ojos humanos nunca lo habían visto antes, ya que estaba, y sigue estando, totalmente encajado en la roca", dijo.
El hallazgo condujo a la realización de nuevos escaneos de alta resolución utilizando Dingo. Este es el único instrumento de imágenes de neutrones de Australia. Puede utilizarse para producir imágenes en 2D y 3D de un objeto sólido y revelar las características ocultas en él- y la línea de rayos X y médica del sincrotrón.