El Gobierno de Reino Unido eliminará el requisito de la prueba diagnóstica de Covid-19 negativa para entrar al país y los viajeros tampoco tendrán que aislarse a su llegada hasta obtener el resultado de una PCR.
En una comparecencia, el primer ministro británico, Boris Johnson, justificó que algunas de las restricciones impuestas cuando se descubrió la variante ómicron del SARS-CoV-2 tienen ahora "un impacto limitado"; dado que la mutación es cada vez más prevalente en el país.
Por ello, decidió suprimir el requisito de llegar al país con una prueba diagnóstica negativa, medida que entrará en vigor el viernes a las 4.00 horas.
En referencia al aislamiento hasta obtener una PCR, el Gobierno británico sustituyó esta prueba por un test rápido, que tendrá que realizarse no más de dos días después de llegar a Reino Unido. Si es positiva, sí tendrían que recurrir a una PCR.
Según Johnson, la prueba diagnóstica necesaria para entrar en el país actualmente "desalienta" a muchos viajeros, que tienen "miedo" de "quedar atrapados en el extranjero e incurrir en un significativo gasto extra", informó la cadena Sky News.
Tres semanas más de medidas sanitarias
Por otro lado, el premier británico confirmó que las restricciones actuales estarán vigentes durante otras tres semanas. Las limitaciones, que incluyen el uso obligatorio de mascarilla; el teletrabajo siempre que sea posible y la necesidad de presentar el certificado de vacunación para acceder a ciertas limitaciones, se revisarán el 26 de enero.
El Ministerio de Salud de Reino Unido contabilizó este miércoles 194.747 nuevos casos de Covid-19; una cifra menor a los más de 218.000 notificados durante la jornada anterior. Aunque los datos sufren un desajuste estos días debido al período navideño.
Asimismo, las autoridades sanitarias británicas han constatado 334 fallecimientos a causa de la enfermedad más.
De acuerdo con los datos oficiales, más de 13,8 millones de personas se han contagiado en Reino Unido desde que comenzó la pandemia; mientras que más de 149.000 han muerto.
Hasta ahora, el 82,6 por ciento de la población británica cuenta con el esquema completo de vacunación; y más del 60 por ciento ha recibido ya la dosis de refuerzo del suero.