Hay quienes tienen tres, los más protegidos; a otros les han puesto dos, hay quien no ha querido ni una y hay quien ha vociferado con afirmaciones como que contenían microchips.
La solución a este supuesto acertijo es “vacuna”, la palabra del año según ha anunciado este miércoles la Fundación del Español Urgente (RAE). Esta entidad, elige anualmente el término que ha tenido, en su opinión, una mayor repercusión, gran protagonismo entre los hispanohablantes, lo que parece bastante evidente en esta ocasión.
El concepto de vacuna surgió en el siglo XVIII. Esto, a raíz del descubrimiento del médico inglés Edward Jenner de que los infectados por la viruela vacuna o bovina quedaban protegidos
frente a la viruela humana. En español, se utilizó durante un tiempo vaccina, palabra creada a partir del latín vaccinus, es decir, “de la vaca”, pero terminó imponiéndose vacuna, “que apareció por primera vez en el Diccionario de la RAE en 1803, aunque no con su significado actual, que se incluyó en 1914.
El proceso para premiar a vacuna como la palabra del año tuvo una fase previa, con 12 finalistas, anunciadas el 20 de diciembre, entre las que también estaban otras relacionadas con la pandemia, como negacionista y variante; términos como criptomoneda, megavatio y talibán, y otras más raras, como carbononeutralidad o ecoansiedad.
Todas las eligió un equipo de lingüistas, periodistas y correctores. Esta es la novena ocasión en que la RAE elige su palabra del año. La primera palabra del año fue escrache, en 2013, a la que siguieron selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019) y confinamiento (2020).