Las diputadas frenteamplistas Maite Orsini (Revolución Democrática), Gael Yeomans (Convergencia Social) y Camila Rojas (Comunes) presentaron un proyecto de ley que busca sancionar penalmente el retiro del condón sin consentimiento, a fin de castigar con penas entre 61 y 540 días a quienes lo hagan, consigna Radio ADN.
Esta práctica es conocida como stealthing y actualmente está penalizada en España, Suiza, Alemania y el estado de California, en Estados Unidos.
“Razones (para penalizar esto) hay varias, como la posibilidad de transmitir enfermedades de transmisión sexual o dañar sicológicamente a alguien, pero en mi opinión la más importante es la protección del consentimiento. No es no y cuando se dice si, se dice bajo ciertas condiciones. No está bien que hombres presionen para quitarse el condón y menos aún que lo hagan sin consentimiento o a escondidas”, explicó la diputada Orsini.
En California, el estado estadounidense antes mencionado, la consideración penal de este delito entró en vigencia este mes, luego de cuatro años de tramitación. Cristina García, una de las promotoras del proyecto, señaló a EFE: ” Tardamos tanto porque al principio queríamos incluirlo en el código penal, pero al final cedimos a diferentes opiniones y optamos por tipificarlo como un delito civil”.
Declaraciones
La diputada Gael Yeomans dijo del proyecto presentado: “siempre velaremos por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Y este proyecto de ley viene a reforzar eso, porque consideramos que es violencia contra la mujer que un hombre se retire el condón sin previo aviso durante el acto sexual”.
Por su parte, para la parlamentaria Camila Rojas “la gravedad de esta práctica nos lleva a la convicción de que es necesario penalizarla. Es muy importante también avanzar en prevención mediante la educación”.
En el caso norteamericano, la denuncia podría conllevar también una retribución por daños causados, sean estos físicos o sicológicos. Y si bien es una medida que podría aplicar tanto a víctimas masculinas como femeninas, estudios locales han mostrado que la mayoría de ellas son mujeres.