El Festival de Cannes cerró su edición número 74 con la segunda Palma de Oro de su historia concedida a una mujer. La francesa Julia Ducournau, que brilló con Titane en un año marcado por la sombra de la pandemia.
Trasladado de mayo a julio para tratar de encontrar en el calor del verano francés una época de menos contagios. Y después de la anulación de la edición de 2020, el certamen regresaba cargado de películas y con muchos recelos por la pandemia de coronavirus.
En términos puramente cinematográficos, la gran triunfadora fue Ducournau con esa Palma de Oro con la que sucede a Jane Campion, máxima ganadora por The Piano, ex aequo en 1993 con el chino Chen Kaige por Farewell My Concubine.
Había nombres en la competición como los de Asghar Farhadi (A hero), Jacques Audiard (Les Olympiades), Wes Anderson (The French Dispatch), Nanni Moretti (Tre piani), François Ozon (Tout s'est bien passé) o Leos Carax (Annette).
Una de las polémicas del certamen la protagonizó precisamente Titane, una cinta que según los críticos es provocadora, violenta y sexual, pero también profunda y tierna.
Spike Lee, el director que ofició como presidente del jurado en este festival, también fue receptor de críticas luego de anunciar por adelantado que la cinta francesa era la ganadora de la Palma de Oro.
Pero más allá de los estrenos y los premios, el verdadero protagonista de este Cannes fue el Covid-19. Que obligó a cambiar todo su funcionamiento, con un resultado "excepcionalmente satisfactorio", en palabras del delegado general, Thierry Frémaux.