El padre de Adele, Mark Evans, acaba de fallecer a sus 57 años, luego de una larga lucha contra el cáncer. La artista tuvo una complicada relación con su progenitor durante varios años, la cual se mantuvo hasta el final.
Un adiós amargo
Ha sido la propia Adele que en ocasiones a hablado sobre el mal vínculo que ambos mantenían. Esto, porque Evans abandonó a la celebridad británica y a su madre, Penny Adkins, cuando la interprete tenía solo tres años.
Una fuente cercana a la cantante, comentó al medio 'The Sun' que ''la familia de Mark, por supuesto, está muy molesta por su fallecimiento. Siempre esperó que las cosas salieran bien con Adele, pero siguió siendo amargo hasta el final''.
Además, la fuente específica que el padre de Adele "hizo algunos intentos para hacer las cosas bien, pero claramente había pasado demasiado tiempo".
La interprete de ''Hello'' dijo en entrevistas anteriores que no odiaba a su padre. Sin embargo, la fama fue un factor clave que deterioró la relación. Ya en 2011 el contacto que tenían había llegado a un punto de ruptura.
En 2013, Evans reveló que estaba luchando contra un cáncer de intestino, razón por la que tenía miedo de no conocer a su nieto. Confesó que nunca pudo acercarse a Angelo, hijo de Adele, y que tampoco conoció a su ex marido.
En 2015, el padre de la artista afirmó que el álbum '25' de su hija, fue la oportunidad que logró acercarlos nuevamente y resolvieron su disputa.
No obstante, durante un discurso en los Premios Grammy de 2017, Adele habría desmentido los dichos de Evans. Dedicó su galardón a su mánager, diciendo que era como una figura paterna para ella. ''Llevamos diez años juntos y te amo como si fueras mi papá. Te amo tanto'', dijo la cantante.
"No amo a mi papá, esa es la cosa. Eso no significa mucho. Te amo como amaría a mi papá ", agregó Adele.