El presidente Sebastián Piñera anunció este lunes que el Gobierno implementará un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) con mayor cobertura, mayor acceso y mayor universalidad.
Este IFE "permitirá ingreso de $100 mil por cada integrante del hogar. Y se pagará sin ningún requisito a todas las familias del 80% del Registro Social de Hogares", dijo el mandatario.
Asimismo, Piñera indicó que con la ampliación se calcula que el beneficio llegará a 13 millones de chilenos, 3,5 millones más que en el IFE original.
Con esto, el mandatario destacó que "estamos duplicando la cobertura que tenía el IFE que se pagó en marzo pasado".
A modo de ejemplo, explicó que una familia de cuatro integrantes recibirá $400 mil cada mes, durante abril, mayo y junio, independiente de la situación sanitaria de la comuna.
Piñera afirmó que "estamos conscientes que aún hay personas que no han recibido los beneficios que necesitan". Y que "dada la extensión y profundidad de la pandemia, y la recesión de la economía", ninguna “ayuda es suficiente".
En este sentido, destacó que ya se han aprobado 1,5 millones de bonos Clase Media, en donde la meta es llegar a 2 millones.
El beneficio comenzará a pagarse el 30 de abril.
Pago sin necesidad de trámite
Asimismo, indicó que en abril "se van a pagar beneficios por IFE a 10,7 millones" de personas, las cuales recibirán el pago automático en mayo y junio, sin necesidad de trámites.
Piñera destacó que el costo de este nuevo IFE es de "5.500 millones de dólares y se va a pagar con recursos públicos, sin afectar los ahorros previsionales y sin disminuir las pensiones actuales y futuras de los trabajadores".
Por otra parte, manifestó su "voluntad de buscar acuerdos que nos permitan aumentar la recaudación tributaria de los grupos que tienen mayores ingresos".
El mandatario sentenció que "la situación sanitaria está empezando a mejorar" y que “estamos empezando a ver la luz al final del túnel”.
El anuncio del Presidente de la República se da en una jornada en que el Senado comenzó la tramitación del proyecto que permitiría un tercer retiro del 10% de los fondos previsionales.