En un artículo científico publicado por Las nueve musas, recientes estudios han confirmado las características sanadoras de la música. Los estímulos sonoros han demostrado ser terapéuticos y se han desarrollado métodos basados en música.
Sin embargo, se continúan estudiando los beneficios que tienen los estímulos musicales en la salud. Esto, en busca de establecerla como una terapia definitiva dentro del campo de la medicina neuroquirúrgica moderna.
Estudios han demostrado que música atonal activa áreas del sistema límbico relacionado con emociones como tristeza o melancolía. Y, por otro lado, escuchar música tonal produce sensaciones placenteras y ganas de cantar o bailar.
La música y los efectos en nuestro cerebro
Por ejemplo, se ha observado un aumento del flujo sanguíneo cerebral en el sitio cerebral relacionado con el placer ente estímulos musicales. Sin embargo, la emoción provocada por los estímulos sonoros depende de la experiencia de música de cada persona.
Está comprobado que la música canaliza las emociones, controla las expresiones del rostro y los movimientos del cuerpo. Esto podría ayudar a personas con problemas con la expresión de emociones y sentimientos a impulsos.
El metabolismo
Se ha comprobado que, incluso, la música puede tener efectos sobre nuestro metabolismo. Los estímulos sonoros están implicados en estados emocionales que regulan el comportamiento metabólico del organismo.
Luego del estímulo musical, se produce un ascenso en la concentración del cortisol, lo que podría mejorar las condiciones de estrés, dolor e irritabilidad. De esta manera, modulan también a un nivel hormonal.
De esta forma, la música juega un rol muy importante en la regulación metabólica de carbohidratos y, además en el sistema inmunitario. Afecta de tal forma el nivel psicofisiológico y emocional de las personas, que modifica endorfinas y células C que forman parte del sistema inmunológico.
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