Este martes, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto de ley de muerte digna y cuidados paliativos, más conocido como Ley de Eutanasia.
Según indica radio ADN, el diputado del Partido Liberal (PL) Vlado Mirosevic, uno de los firmantes del proyecto muerte digna y cuidados paliativos, expresó que “en general estamos contentos. Logramos que la mayoría del texto, como nosotros queríamos, fuera aprobado. Efectivamente, perdimos la reincorporación de menores que ya la habíamos perdido en la comisión, pero que hoy teníamos una esperanza de lograr reponerla. No fue así y esperamos que el Senado lo pueda hacer”.
“Los menores de edad también tienen sufrimiento intolerable. Frente a eso, aunque con un resguardo, por supuesto, procedimental, también tienen que acceder a este derecho si así lo quieren”, agregó.
En la Cámara, se aprobaron la primera y segunda causal: enfermedad terminal y sufrimiento físico, respectivamente. La tercera, sobre el sufrimiento psíquico, fue rechazada.
El proyecto pasará a ser revisado por el Senado.
Detalle del proyecto
Para la asistencia médica para morir, es necesario cumplir con los siguientes requisitos copulativos:
- Haber sido diagnosticado de un problema de salud grave e irremediable por dos médicos especialistas.
- Tener la nacionalidad chilena o residencia legal en Chile, o certificado de residencia que acredite un tiempo de permanencia en territorio chileno superior a doce meses.
- Ser mayor de 18 años, sin admitir excepción alguna.
- Encontrarse consciente al momento de la solicitud. En caso de que el paciente se encuentre inconsciente y dicho estado sea irreversible o esté privado de sus facultades mentales, procederá la asistencia médica para morir sólo si media una declaración que conste en un documento de voluntad anticipada.
- Contar con la certificación de un médico psiquiatra que señale que al momento de la solicitud el solicitante se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales, descartando enfermedades de salud mental que afecten la voluntad del paciente.
- Manifestar su voluntad de manera expresa, razonada, reiterada, inequívoca y libre de cualquier presión externa.