Este lunes en el programa de La Red 'Mentiras Verdaderas' se emitió la entrevista exclusiva a Mauricio Hernández Norambuena, más conocido como “Comandante Ramiro”.
Hernández Norambuena cumple condena en la Cárcel de Alta Seguridad por el homicidio del senador de la UDI, Jaime Guzmán, efectuado en 1991.
La conversación que mantuvo el ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez con Eduardo Fuentes generó polémica en el Gobierno y Gendarmería.
Entrevista no autorizada
Según consigna Agencia Uno, Gendarmería emitió este martes un comunicado de prensa en el que pide sancionar a "Comandante Ramiro" por realizar una entrevista desde su celda sin la autorización correspondiente.
“La realización de la entrevista mediante este medio significa un grave incumplimiento a la normativa penitenciaria, y una mala utilización de los dispositivos que han sido dispuestos para fines absolutamente ajenos a la realización de entrevistas a medias de comunicación”, declaró.
Es por esto que se solicitó un "sumario administrativo para establecer las circunstancias de la videollamada al medio televisivo".
Este contacto no tuvo el control penitenciario que debió ejercerse en un régimen de máxima seguridad.
Molestia por parte del Gobierno
Junto a esto, se suma la crítica hecha por el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, y el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
Bellolio afirmó que “Gendarmería sacó un comunicado donde ha dicho que este asesino, torturador y terrorista hizo esta entrevista sin ningún tipo de permisos. En octubre del 2020 ya había hecho algo similar y se pidió una sanción que fue revocada por el 7° Juzgado de Garantía”.
Además, aseguró que “el señor Norambuena que es un delincuente a sueldo, asesino, terrorista y torturador, además amenaza a los gendarmes, de tal forma que ellos mismos tuvieron que querellarse contra esta persona”.
Galli, por su parte, ocupó su cuenta de Twitter para señalar que 'Comandante Ramiro' “es un terrorista que está condenado por delitos tan graves como el asesinato de un senador en ejercicio en plena democracia, y el secuestro de personas tanto en Chile como en Brasil, donde las condiciones del secuestro además eran equivalentes a la tortura”.