El mercado mundial de la música creció 7,4% en 2020, impulsado por el streaming de pago, afianzando su recuperación tras los años negros de la piratería masiva en línea, indicó la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).
En 2020 se confirmó además el regreso del vinilo, con un alza de 23,5% del volumen de negocios, mientras que el CD continúa su declive (-11,9%), según el informe anual de la Federación.
Pero el streaming (+18,5%) es lo que está reactivando la industria, al generar ingresos rayanos en los niveles de principios de siglo, antes de que Internet y la piratería en línea asestaran un duro golpe a las ventas.
Las plataformas digitales, lideradas por Spotify, Apple y Deezer, ahora representan 62,1% de los ingresos globales de la música, con unos 443 millones de suscriptores de pago.
El fenómeno surcoreano BTS se situó el año pasado a la cabeza de la lista de ventas, seguido de cerca por Taylor Swift, Drake, The Weeknd y Billie Eilish.
Dos canciones superaron los 2.000 millones de reproducciones: "Blinding Lights", de The Weeknd con 2.720 millones, y "Dance Monkey", de Tones and I, con 2.340 millones, mientras que BTS dominó en la lista de álbumes con "Map of the Soul: 7".
La federación destaca además el auge de las comunicaciones globales entre artistas y consumidores, pese a las restricciones físicas de la pandemia.
"El K-Pop continúa arrasando, pero diría que lo más interesante de este año es cómo la música africana y los artistas africanos fueron acogidos en todo el mundo", dijo en el informe Simon Robson, de Warner Music.
La región de África y Oriente Medio, incluida por primera vez en el informe, creció 8,4% en 2020, de la mano de artistas como Burna Boy, de Nigeria, ganador este mes de un premio Grammy.
Debate sobre el streaming
Pese a la recuperación de la industria, cada vez son más los artistas que se movilizan para obtener una mejor remuneración con el streaming.
La repartición actual de las grandes plataformas se basa en un sistema que beneficia a los artistas más escuchados, como BTS.
Hoy un suscriptor que paga 10 dólares mensuales y escucha pocas veces a sus cantantes favoritos verá cómo buena parte de esa suma se destina a las grandes estrellas.
Así, el sistema vuelve más difícil la supervivencia de los artistas menos populares, ya penalizados por la anulación de conciertos debido a la pandemia.
Algunos músicos abogan por un modelo que se base en las reproducciones individuales de los suscriptores, como el que se apresta a lanzar la plataforma alemana SoundCloud.
Por su parte, la francesa Deezer se mostró este mes “dispuesta a lanzar un proyecto piloto” a partir de este nuevo sistema.
En un reciente estudio realizado por el gabinete Deloitte, el Centro Nacional de Música de Francia estimó que el cambio tendría sobre todo un impacto en "la mitad de la clasificación", pero que alteraría poco la retribución de los artistas menos conocidos.
Con información de Music Ally