14 militares, junto a 8 civiles fueron detenidos anoche, tras participar en una fiesta clandestina en la comuna de Angol, región de La Araucanía.
La reunión se realizó en pleno toque de queda en la orilla del río Picoiquén, al final de la calle Israel Roa Villagra.
Carabineros logró detener a los imputados por transgredir el Artículo 318 del Código Penal, es decir, por poner en riesgo la salud pública.
Cabe destacar que los asistentes de la fiesta no usaban mascarillas ni respetaban el distanciamiento social. Además de que claramente, tampoco presentaban los salvoconductos respectivos.
El comandante del Regimiento Húsares de Angol, el coronel Manuel Provis, detalló que "en la noche de ayer, en el sector de Coñuñuco de la comuna de Angol, se llevó a cabo la detención por Carabineros Chile a 13 soldados de tropa profesional y un clase."
"Quienes se encontraban participando en una reunión social no autorizada, incumpliendo con lo dispuesto por la autoridad sanitaria para la comuna", añadió Provis.
"Tras recopilar los antecedentes del hecho, se estableció que los soldados y el clase transgredieron las disposiciones sanitarias derivadas del Covid-19 vigentes en la institución, así como también que incurrieron en graves faltas según lo establecido en el reglamento de disciplina para las Fuerzas Armadas, razón por la cual hemos resuelto separarlos de inmediato de sus funciones", precisó.
Respuesta del ejército
Tras el hecho,el coronel Manuel Provis, dijo que tras recopilar los antecedentes necesarios, estableció que los militares transgredieron las disposiciones sanitarias del COVID-19. Así como también cometieron faltas graves a la disciplina de las Fuerzas Armadas”, destacó a Radio Infinita.
Es por eso que tras ver y considerando la gravedad de los hechos, Provis enfatizó que se decidió “separarlos de sus funciones". Ya que este hecho “no los exime de las responsabilidad penales que decreten los tribunales de justicia”.