Aún en investigación, por la dificultad que han acusado las autoridades de recopilar información, el caso de la fiesta clandestina en Cachagua ya tiene definido dos millonarias multas.
Según consigna Emol, la Seremi de Salud de Valparaíso confirmó que se aplicó la máxima multa de 1.000 UTC ($51 millones) contra el propietario del local Santo Diablo, lugar donde se realizaron dos eventos ilegales el 2 y 4 de enero.
El segundo caso corresponde a uno de los asistentes a la fiesta de Año Nuevo en el balneario de Cachagua, cuya sanción es por 500 UTM ($25 millones).
Según señala la autoridad sanitaria, este último se contagió con Covid-19 en la fiesta y luego incumplió la cuarentena que debía hacer en su hogar, por lo que también se le aplicó la máxima sanción para este tipo de irregularidades.
Además, indicó que el sumario sanitario contra el organizador de esta fiesta clandestina que se hizo viral en redes sociales sigue en curso, ya que ha costado encontrar testigos.
Cabe recordar que por este evento ilegal 64 personas se contagiaron con coronavirus, además de tener 181 contactos estrechos.
Dificultad en la investigación
El Seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, denunció hace algunos días a 20 jóvenes por obstruir en la investigación dando información falsa y que gran parte de las personas entrevistadas han impedido realizar una buena trazabilidad de los contagios.
La Fiscalía ha manejado preliminarmente una lista de 30 personas que estarían faltando a la verdad en sus declaraciones: Algunas derechamente se niegan a responder y otras que, estando contagiadas, niegan haber participado de la fiesta, pese a que aparecen en los videos.
Otros jóvenes se niegan a ser testeados, presentan relatos contradictorios que impiden chequear las identidades de los asistentes y al trazar los contactos estrechos, e incluso una mujer negó conocer a su hijo. También hay otros inubicables en los domicilios registrados.