El jueves se aprobó en el congreso el proyecto del gobierno del segundo retiro del 10% desde las AFP, con un masivo respaldo tanto en la cámara de diputados como en el senado.
La iniciativa contempla el no pago de impuestos a quienes ganen hasta $1,5 millones y la entrega del dinero en 2 cuotas, con 10 días hábiles previo a cada pago.
Si el monto es menor a $1 millón, será en una sola cuota dentro de 10 días hábiles.
Pero pese a las selfies de parlamentarios celebrando y transmisiones en vivo en sus redes sociales, el balance no es del todo positivo, al menos, para el diputado de Revolución Democrática, Miguel Crispi.
Ésta "no es una política que nos acomode, yo creo que a nadie le acomoda. Desde el comienzo hemos dicho que esta crisis no la pueden pagar los trabajadores", sostuvo.
Admitió que "nadie puede desmentir que esto genera un perjuicio en las cotizaciones" para la jubilación, "pero al final la necesidad es más importante que los principios".
Ahora, más allá de estos lunares, concluyó que el segundo 10% "es un triunfo de la gente".
El congresista también se refirió al complejo momento que vive Revolución Democrática tras la renuncia a la tienda de sus colegas Natalia Castillo y Pablo Vidal.
Incluso, en el Frente Amplio ya se descolgaron 7 de 20 representantes en el Congreso. "Es harto", reconoce Crispi, añadiendo que "la juventud no tiene nada de virtuoso por naturaleza".
Lo complejo es que este conglomerado quedó en medio de la izquierda y la centroizquierda, y en ese escenario cree que "te pueden terminar desmembrando".
Su conclusión es que, al menos en RD, "si estamos perdiendo cierta credibilidad, bueno, tendremos que hacerlo mejor".