El pasado miércoles autoridades sanitarias brasileñas informaron que un voluntario murió en los ensayos de la vacuna contra el Covid-19, desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, sin especificar si fue aplicada directamente o por medio de un placebo.
Anvisa, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, ente autónomo vinculado al Ministerio de Salud de Brasil, informó públicamente que tuvo acceso a este hecho el pasado lunes y seguirá en su "evaluación".
La vacuna de AstraZeneca, está siendo probada en voluntarios de todo el mundo. La potencial vacuna británica comenzó a probarse en Brasil en junio, con la idea de que en estos ensayos participaran unas 10 mil personas.
El mes pasado se suspendió el ensayo luego de que un voluntario en Gran Bretaña desarrolló una enfermedad, pero fue retomado en la mayoría de lugares, salvo en Estados Unidos, donde permanece en espera.
Finalmente, Oxford explicó en un comunicado que el fallecimiento fue objeto de una "cuidadosa evaluación" en la que no se hallaron elementos que susciten preocupación por la seguridad de la vacuna.
"La revisión independiente, -además del regulador brasileño-, recomendó que continúe el ensayo", destacó la universidad en su nota.
Los científicos son optimistas de que pueda recibir la aprobación de los reguladores a finales de año, que permitiría vacunar en el Reino Unido para abril de 2021, según informó el diario The Times.
La identidad del voluntario sigue en secreto
La Universidad Federal de Sao Paulo, -que está en la última fase de pruebas de la vacuna y es una de las más prometedoras-, según la Organización Mundial de la Salud aún no ha entregado más detalles sobre el voluntario que murió.
"Anvisa reitera que, de acuerdo a reglamentos nacionales e internacionales de la Buenas Prácticas Clínicas, los datos sobre voluntarios de pesquisas clínicas deben ser mantenidos en secreto, en conformidad con los principios de confidencialidad, dignidad humana y protección de los participantes", subrayó.
Por la importancia continental de la nación y la incidencia exponencial del virus dentro del territorio, Brasil ha sido escogido para los ensayos clínicos de las vacunas candidatas contra el Covid-19, entre los que se cuentan las desarrolladas por los laboratorios Johnson & Johnson y el consorcio formado por BioNTech (Alemania) y Wyeth/Pfizer (Estados Unidos), así como la fabricada por la compañía Sinovac (China).
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