Por Ramón Pozo
Hugo Bustamante, quien ya había sido sentenciado a 27 años por el asesinato de su expareja y el hijo de ella en 2005, es el principal sospechoso de la muerte de a la adolescente de 16 años, Ámbar Cornejo.
El hombre logró la libertad condicional a los 11 años de su condena, lo que ha generado un malestar generalizado contra la justicia, e incluso reavivó la discusión sobre la pena de muerte.
En este escenario, el ministro secretario general de gobierno, Jaime Bellolio, sostuvo que "Chile no puede ni va a abrir la puerta a la discusión sobre la pena de muerte".
"Esa discusión está completamente cerrada", añadió, ya que por un lado "hay compromisos internacionales" contra esa línea. Y por otro, "es una cuestión de una convicción profunda y el gobierno defiende la vida, siempre".
No obstante, el vocero de gobierno admitió que tenemos una "legislación en excesivo garantista que hay que cambiar", por lo que se trabajará en "sacar el excesivo garantismo de nuestros códigos".
Y frente a los dichos de la subsecretaria de la niñez, Carol Bown, quien sostuvo que "hay jueces que parecen defender más los derechos humanos de los asesinos que de las víctimas" -aludiendo a la ministra de la corte de apelaciones de Valparaíso, Silvana Donoso-, e incluso que “tenemos que ver cuál es la forma de sancionar a un juez que, por su ideología o por sus ideas, se transforma en un peligro para la sociedad”, Jaime Bellolio valoró que ella corrigiera sus dichos. Agregó que "no vamos a poner nunca en duda la independencia de los poderes, tanto el judicial como el legislativo".