Las consecuencias de sacar a un animal de su hábitat para que conviva junto con otros de su especie en un espacio reducido, como las reservas o zoológicos, pueden ser severas y causar problemas que dificulten su supervivencia.
Este es el caso de Kaavan, un elefante que lleva 35 años en un zoológico de Paquistán, y es conocido como el "elefante deprimido", debido a que su conducta desde su confinamiento se asemeja mucho a la de una persona con depresión. Este comportamiento se agudizó cuando murió su compañera Saheli en 2012.
La situación del gran animal fue denunciada ante las autoridades del país, y un tribunal dictaminó su traslado hacia un lugar en el que podrá moverse con libertad, consigna 20 Minutos.
La orden judicial emitida por el Tribunal Superior de Islamabad determinó que el elefante debe ser reubicado en un santuario en el que pueda moverse libremente.