Este 20 de agosto se celebra en todo el mundo el día de las papas fritas, ese delicioso plato que tiene millones de fanáticos en todo el planeta y que muchos se sienten culpables al comerlo, es inevitable comerse solo una.
A algunos les gusta más gruesa mientras a otros prefieren con poco aceite. Algunos no pueden comerlas sin ketchup y otros las prefieren inmaculadas. Cualquiera sea la preparación, lo cierto es que hay algunas técnicas para que queden perfectas.
Según los entendidos en el tema, la clave para que queden “como de película” es la cocción violenta y a alta temperatura. Es decir, la papa debe sumergirse de forma rápida en aceite muy caliente.
De esta forma, la humedad natural que tenga la superficie de la papa se evapora rápidamente, evitando que quede blanda y dejando el exterior seco y crujiente.
Además, el vapor de agua que no alcanzó a llegar a la corteza quedará atrapado en su interior. Esto ayuda a que el centro de la papa quede esponjoso.
Sin embargo, se sabe que en gustos no hay nada escrito, por lo que lo importante es cocinarlas y comerlas como a cada uno le gusta más.